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HACÍA UNA NUEVA EUROPA

Genscher afirma en Washington que sólo hay una nación alemana

El ministro de Exteriores de la República Federal de Alemania (RFA), Hans-Dietrich Genscher, dejó ayer claro el pensamiento del Gobierno de Bonn en torno al tema de la reunificación alemana. "A pesar de una separación de décadas, somos una nación", dijo, antes de entrevistarse con Bush en la Casa Blanca. Bonn ha decidido no iniciar ningún tipo de ayuda al régimen de la República Democrática Alemana (RDA) mientras éste no acepte instaurar un orden económico de mercado libre.

Genscher llegó en la madrugada del martes a Washington para una visita de menos de 24 horas en la que, además de Bush, se entrevistó con el secretario de Estado, James Baker, y con líderes del Congreso norteamericano. Y declaró en el prograrna Buenos días, América, de la cadena de televisión ABC: "Más democracia en Alemania no supone una amenaza para nadie, sino todo lo contrario, ofrece más esperanza y más perspectivas para la totalidad de Europa"."No existe una nación alemana capitalista, ni una nación alemana socialista. Existe una única nación alemana que vive junta en dos Estados alemanes", añadió. En otro momento de su intervención, y refiriéndose a las manifestaciones del lunes en Leipzig, manifestó que por primera vez se había mencionado la palabra "unidad".

En su entrevista con Bush, el ministro alemán occidental informó al primer mandatario norteamericano de los resultados de la cumbre comunitaria celebrada el pasado sábado en París, así como de la visita del canciller Helmut Kolh a Varsovia y de la ayuda que el Gobierno de Bonn está dispuesto a facilitar para la reconstrucción económica de Polonia y Hungría.

Igualmente, según fuentes diplomáticas, Genscher discutió con el presidente norteamericano la próxima cumbre que Bush celebrará con Gorbachov en aguas de Malta a primeros de diciembre. Bonn, al igual que otras capitales europeas, ha expresado en privado su preocupación de que EE UU y la URSS lleguen a acuerdos que de algún modo modifiquen el actual status quo europeo a espaldas de Europa.

Trozo del muro de Berlín

Durante su entrevista con Bush, el ministro alemán occidental entregó al presidente norteamericano un trozo del muro de Berlín como símbolo de los cambios que se están registrando en la Europa del Este. En un breve comentario, Genscher señaló que, pese a la apertura del muro, la RDA tenía que celebrar elecciones libres si quería hacer honor a su nombre de República Dernocrática Alemana.

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Por otro lado, a su vuelta de una visita de dos días en la RDA, el ministro de la Cancillería de la RFA, Rudolf Seiters, enviado a Berlín Oriental para preparar la cumbre entre Helmut Kohl y el presidemte de la RDA, Egon Krenz, admitió ayer en Bonn que había recibido garantías de que las reformas políticas -elecciones libres, sindicatos independientes, fin del monopolio del partido comunista- se llevarían adelante, pero condicionó la ayuda de la RFA a la existencia de una economía de mercado.

En una situación económica cada día más caótica, el factor tiempo empieza a ser primordial y la actitud de Bonn parece derivar a apostar por un deterioro irreversible de las condiciones de vida en la RDA, acosada ahora por una especulación no sólo de su moneda, sino de los bienes básicos de consumo, que están siendo adquiridos masivamente en las tiendas, tanto por los alemanes occidentales como por expertos en el mercado negro de países como Polonia, gracias a la caída en picado de la moneda y al hecho de que estos productos mantienen precios por debajo de su coste.

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