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EE UU prueba con éxito en el espacio un rayo invisible desintegrador

Estados Unidos ha experimentado con éxito una nueva arma galáctica, en el marco del programa Iniciativa de Defensa Estrátegica (SDI), conocida popularmente como guerra de las galaxias, según han anunciado en Washington portavoces del Pentágono. De hecho, se trata de un haz invisible de partículas neutras capaz de desintegrar, no de fundir, a un misil enemigo y de detener a una bandada de cohetes nucleares sin demasiados problemas.

El lanzamiento experimental de esta nueva y compleja arma ha costado 60 millones de dólares, pero el haz no será operativo hasta dentro de 13 años.El Pentágono anunció el "éxito" en su prueba del haz de partículas neutras pocas horas después de que el superbombardero B-2 realizará su primer vuelo sobre el desierto de Mojave (California) y mientras el presidente George Bush expresaba en Holanda sus deseos de paz y una mayor ayuda económica a los países menos desarrollados.

El nuevo haz de partículas es capaz de distinguir a un señuelo de un misil nuclear y forma parte de las investigaciones que desarrolla el gobierno estadounidense en el marco de la guerra de las galaxias.

La prueba del nuevo haz de partículas se efectuó en secreto el pasado jueves desde la rampa de misiles de White Sand (Nuevo México). Para su lanzamiento se utilizó un cohete Minuteman 2 de 8 metros de altura y 1.500 kilos de peso.

Una vez fuera de la atmósfera terrestre se activó el haz, sin que el Pentágono hubiera colocado ningún objetivo ficticio. La prueba no viola el Tratado de Misiles Antibalísticos firmados entre las dos superpotencias en 1972, según fuentes del Pentágono.

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Las cámaras que registraron la experiencia, calificada como "prueba de laboratorio" por el Pentágono, no captaron el movimiento ni el recorrido del haz, cuya invisibilidad otorga a esta nueva arma un alto valor estratégico.

La prueba se prolongó durante nueve minutos y se incluyó dentro de los ejercicios de vuelo suborbital denominados BEAR (Beam Experiment Aboard Rocket).

A diferencia de los rayos láser convencionales, que suelen fundir y quemar el metal de los objetivos que alcanza, el haz de átomos de hidrógeno acelerados penetra dentro de su objetivo y, una vez en su interior, libera simultáneamente toda su energía, desintegrándolo. El haz, además de invisible, alcanza la mitad de la velocidad de la luz lo que le permite detener el lanzamiento masivo de cohetes enemigos.

Uno de los militares destinados en el desarrollo del SDI, el teniente coronel del Ejército Warren Higgins, dijo que la nueva arma puede actuar también simultáneamente contra diferentes misiles procedentes de diversos puntos y navegando a diferentes altitudes y latitudes.

El éxito de las pruebas,, comentó Meyer, "es uno de los más importantes logros en el desarrollo de la SDI y nos obliga a continuar investigando las fronteras tecnológicas en áreas donde muchos creyeron que no conseguiríamos ningún resultado". El desarrollo de la nueva arma "depende ahora del Congreso", explicó el militar. "Esto es lo que tenemos ahora y de ellos depende lo que podamos tener en el futuro", dijo.

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