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LA MUERTE DEL GENIO DE PORT LLIGAT

La historia de un genio y su pujante colmena

Salvador Felipe Jacinto Dalí nació el 11 de mayo de 1904, en Figueres, a 15 kilómetros de la frontera francesa, en una región batida por la tramontana. Nacía nueve meses y diez días exactos después de enterrado un primer Salvador Dalí, su hermano, de quien escribió que se parecían "como dos gotas de agua" y que generó en su obra la rememoración del mito de Castor y Polux. Su padre, Salvador Dalí i Cusí era notario, agnóstico y, según calificación de Josep Pla, "un hombre de actitudes cambiantes y convicciones definitivas".La figura de la madre aparece más borrosa en las evocaciones familiares de Dalí, quien confesaba guardar un grato e intenso recuerdo de su etapa intrauterina. "Veía unos maravillosos huevos fritos con los bordes fosfórescentes que se agrandaban y encogían, verdaderas imágenes del paraíso perdido, que es el paraíso de antes de nacer".

"Cuando tenía seis años quería ser cocinero y a los siete, Napoleón. Desde entonces mi ambición ha ido aumentando sin parar", escribe en el prólogo de su Vida secreta. Su temprana vocación de cocinero provenía -explica a continuación- de que entrar en la cocina era, la única prohibición que sufrió en su infancia. Fue un niño caprichoso, mimado y consentido en quien sus padres volcaron afecto y atenciones de una forma un tanto compulsiva debido a la temprana muerte de su hermano.

En las estampas infantiles que Dalí traza vigorosamente en su Vida secreta se manifiestan ya algunos rasgos que configuran su personalidad: el interés por el dinero que llevó posteriormente a André Breton a definirlo por su anagrama Ávida dolars y la tendencia a la extravagancia y a llamar la atención en un evidente deseo de reafirmar su seguridad ante los demás.

Realizó unos mediocres estudios primarios en las Escuelas Cristianas de Figueres durante los que sólo pareció interesarse por los ejercicios de caligrafía. Después, estudió con los maristas. Su primer maestro se llamaba Esteban Traiter, "lo que en catalán suena como algo relacionado con tortillas, y era realmente un personaje fantástico por todos los conceptos. Durante un año me repitió que Dios no existía y que la religión era cosa de mujeres."

Un trío genial

Durante una larga convalescencia pasada en El Molí de la Torre, una finca cerca de Figueres propiedad de la notable familia Pichot, Dalí descubrió la pintura. Allí realizó, con un absoluto desconocimiento técnico, sus primeros cuadros (óleos y acuarelas) de los que no queda rastro alguno, pero que impresionaron a quienes tuvieron ocasión de verlos. Fueron los Pichot quienes aconsejaron a Dalí que siguiera cursos de aprendizaje. Juan Núñez fue su pirmer maestro y le introdujo también en las técnicas del grabado. En 1974, al abrir su Teatro Museo de Figueres, Salvador Dalí quiso rendir homenaje a quien siempre consideró como el responsable de que fuera, por encima de todo, un gran dibujante.

Aupado por sus espectaculares progresos, el notario Dalí permitió a su hijo proseguir sus estudios en la Academia de San Fernando, en Madrid. Aunque su ingreso en la academia no fue sin problemas, Madrid significó para Dalí la toma de contacto con la obra de los clásicos (visitaba asíduamente el Museo del Prado) y con los miembros más activos de: las nuevas generaciones culturales del país. Durante estos años madrileños vivió en la Residencia de Estudiantes, donde labró amistad con Luis Buñuel y Federico García Lorca.

García Lorca, Buñuel y Dalí forman un trío inseparable de jóvenes y brillantes talentos a quienes el destino iba a tratar de muy diversa forma. Pese a las acontecimientos que luego los separaron y las supuestas traiciones e infidelidades, Dalí siempre mantuvo un afecto entrañable por Federico. "Cada vez que hago emerger de mi cerebro una idea genial o dar una pincelada arcangélicamente milagrosa, oigo la voz ronca y suavemente sofocada de Lorca gritándome: Olé", escribe en Diario de un genio.

Su primera exposición individual en Barcelona se celebró en noviembre de 1925. Su obra llamó la atención de los críticos y dos grandes se fijaron inmediatamente en él: Picasso y Miró. En aquella ocasión, el poeta J. V. Foix hizo de intermediario entre el artista y el mundo de la vanguardia barcelonesa.

En abril de 1926, Dalí viaja por primera vez a París, escenario de su etapa surrealista, donde nada más llegar visita a Picasso, a quien siempre respetó. "El arte somos Picasso y yo", era una de sus frases predilectas. Luego admiró el Museo del Louvre, el museo Grévin y la granja estudio de Millet. Aprovecha este primer viaje al extranjero para visitar Bélgica para ver de cerca y diseccionar la pintura flamenca.

Durante su servicio militar (1927) Dalí realiza Cenicitas, su primera obra "daliniana" en la que afloran sus recuerdos-fantasmas y el mecanismo de su juego premonitorio que definirá a partir de este momento todo el conjunto .de su obra. También de 1927 datan la primera colaboración Dalí García Lorca, Mariana Pineda, que se estrenó en el teatro Goya de Barcelona, y su primer texto importante, Sant Sebatiá, en el que hace la apología de "la ironía que conduce a la metafisica", de la "paciencia corno forma de pasión", definiéndose a favor de "una estética de la objetividad".

Colmado de esperanzas y alimentado por una fiebre personal que en intichos momentos bordea la locura, el joven Dalí se lanza a la conquista del mundo en alas de una actividad incesante y frenética, de un prodigioso afán inventivo que desborda los límites de sus cuadros. Es la época del Manifest anti-artístic Groc (Manifiesto amarillo), de sus escandalosas conferencias en el Ateneu barcelonés, de su La miel es más dulce que la sangre. Un año más tarde, con Luis Buñuel, realiza Le chien Andalou, y se produce su mágico encuentro con Gala, sil Gradiva, Helena de Troya, Santa Helena, Gala Galatea Placidia, la musa inspiradora.

Fue en el verano de 1929, en Cadaqués, adonde Gala llegó como esposa de Paul Eluard para quedarse siempre. Ni los arrebatos de hilaridad incontrolada que padece Dalí por aquellas fechas ni sus extrañas visiones de mochuelos excrementales se interponen en su fulminante idilio. Tampoco la oposición paterna que provoca la expulsiónde Salvador de su familia durante unos años. A caballo entre París y Cadaqués, la joven pareja emprende una irresistible ascensión por los escenarios de las vanguardias y la sociedad cosmopolita. En 1930, gracias al mecenazgo del vizconde Carlos de Noailles, se organiza la primera exposición de Salvador Dalí en París, en la galería de Pierre Colle. Y publica el poema manifiesto del proceso paranoico y activo del pensamiento: El asno podrido.

En 1932 Dalí presenta su obra La persistencia de la memoria, en la primera gran retrospectiva surrealista que se celebra en Nueva York: es el principio de su espectacular éxito. A partir de 1936, junto a Gala, abandona su residencia en Cataluña.

En julio de 1938, acompañado de su mecenas Edward James y del escritor Stefan Zweig, Salvador Dalí visita en Londres a Sigmund Freud, quien al día siguiente de conocerle, escribió: "...hasta ahora tendía a considerar los surrealistas, que aparentemente me han escogido como su maestro, como unos locos integrales (digamos que en un 95 por ciento, como en el alcohol absoluto). El joven español [por Dalí], con sus candidos ojos de fanático y con su innegable profesionalidad técnica, me incita a reconsidera mi opinión. Sería, en efecto, muy interesante estudiar analíticamente la génesis de un cuadro de este tipo. Desde el punto de vista crítico, puede decirse que la noción arte se niega a toda extensión cuando la relación cuantitativa entre el material inconsciente y la elaboración preconsciente no se mantiene entre unos límites determinados. Se trata, en todo caso, de serios problemas psicológicos".

Regreso a Europa

Dalí, sin Gala, realiza una corta visita familiar, en 1940, antes de embarcarse hacia los Estados Unidos, en donde permanecerán durante ocho años. Es allí donde escribe su Vida secreta de Salvador Dalí y donde publica su Declaración de Independencia de la imaginación y de los derechos del hombre a su propia locura. Es el momento de la guerra nuclear y Dalí pinta sus cuadros "atómicos".

A pesar de su imparable éxito, Dalí manifiesta (en 1949) que es su deber "empezar a pintar mi s obras maestras" y deciden, con Gala, volver a Europa. Progresivamente interesado por los progresos de la ciencia, Dalí los incorpora a su obra y habla de su método ante los universitarios. Necesita hacerse "espectacularmente" ante muchos para que unos pocos se den cuenta de la seriedad de su obra porque como escribiera en La vida secreta: "El drama perpetuo de mi influencia es que se me escapa de las manos y que no puedo ni canalizarla ni aprovecharme de ella".

El Dalí que ha regresado a España es ya una figura universal. Se instala en Port Lligat e inicia una nueva etapa en su pintura que denomina mística. En la década de los sesenta empieza a interesarse también por la imagen tridimensional y la holografía. De 1965 data su Estación de Perpiñán. Ocho años más tarde Dalí realiza una de sus telas más ambiciosa: La pesca del atún. En mayo 1968 Dalí tambien quiso apuntarse a una idea de la revolución cultural. Firmó su peculiar manifiesto en el que, entre otras cosas, considera una virtud oponerse a la "cultura burguesa".

El 1 de abril de 1970 anuncia la creación de un museo en Figueres, que abrió sus puertas cuatro años más tarde. En diciembre de 1979 una primera gran exposición antológica se inauguraba en el centro Georges Pompídou de París. A los pocos. días se hacían públicas las desavenencias con Gala y empezaba el conflicto de los derechos de autor y de las falsificaciones.

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