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LA MUERTE DEL GENIO DE PORT LLIGAT

La corte del pintor

Los últimos años de Dalí no han estado tan marcados por la novedad de su obra como por la comercialización de la misma. Dos equipos de colaboradores lo han rodeado. Denuncias mútuas de gestión en beneficio propio del patrimonio del pintor o, a partir de 1981, de secuestro forzado del artista han aparecido periódicamente en la Prensa. El primer equipo, Enrique Sabater y John Peter Moore, contó con el cobijo de Gala quien no ponía obstáculos a la venta de obra daliniana. Moore fue secretario de Dalí desde 1960 a 1975, momento en que lo sustituyó Sabater, quien se mantuvo cerca del pintor hasta 1981. Se han denunciado reiteradamente comercializaciónes oscuras de la obra del pintor por parte de ambos, pero no ha habido condena judicial en este sentido. Sabater, originariamente fotógrafo, corno Robert Descharnes, controlaba la sociedad AGAGP, que negociaba con el derecho de reproducción de la obra del artista de Cadaqués. Al entrar Descharnes, el control pasó a SPADEM. Y en 1986 el propio Descharnes constituyó la sociedad Demart, con sede en Ginebra, y que, mediante contrato con Dalí, gestiona todos los derechos de propiedad intelectual del artista. Los tres colaboradores más íntimos de Dalí son, ahora, además de Descharnes, el pintor Antoni Pitxot y el abogado del artista, Miguel Doménech. Los tres son patronos vitalicios de la Fundación Gala-Dalí, no obstante la creación de Demart y la defensa de los derechos de autor de Dalí ha hecho que últimamente Pitxot y Doménech se distanciaran considerablemente de Descharnes.

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