El mito de la circuncisión

GRACIA BERNEDO En algunos países, como EE UU, la circuncisión neonatal (pequeña intervención quirúrgica que se lleva acabo sin anestesia para retirar la piel del prepucio) es una medida rutinaria que se practica al 90% de los recién nacidos. En España sólo se practica si el bebé presenta alguna complicación y nunca de forma rutinaria. Estudíos recientes han demostrado que las razones médicas utilizadas para justificar la circuncisión neonatal carecen de fundamento. Al parecer, la influencia judía en la medicina sería la única razón de su vigencia.

Uno de cada cuatro varones adultos de todo el mundo tiene la circuncisión hecha. El porcenatje llega ser tan alto debido a que esta práctica se realiza de forma sistemática en algunas culturas con influencia decisiva en la medicina de algunos países, como EE, UU. El pueblo judío es el que más ha difúndido est aoperación pero también la practican los musulmanes y numerosos pueblos africanos. Los supuestos valores profilácticos de la circuncisión del recién nacido han perdido cierta validez, tras la publicación de estudios médicos norteamericanos que atribuyen determinados riesgos a esta intervención..La posibilidad de infección, de hemorragia, de alteraciones en el proceso de coagulación, sobre todo, el grave peligro que supone para los bebés hemofílicos, son las objeciones principales que prestigiosas instituciones médicas estadounidenses citan como medidas de disuasión para la práctica de la circuncisión neonatal.

Antes de la 'mili'

Durante muchos años, las autoridades médicas de EE UU aseguraban que la circuncisión reduce el riesgo de cáncer de pene y de cuello de útero, así como de sífifis. Añadían que entre sus ventajas figura la prevención de fimosis, parafimosis o acumulación de adherericias prepuciales, además de eliminar el riesgo por anestesia., asociado con la operación que se practica más adelante, si el niño necesita que le retiren la piel del prepucio en el quirófano. También se argüía que elimina la necesidad de higiene especial del nene y favorece el acto sexual.

En 1975, la American Academy of Pediatrics declaraba oficialmente que no existían pruebas de que la cirecuncisión evitara ninguna de estas enfermedades y que había otros métodos para prevenirlas que no requieren intervención alguna. Un estudio reciente, sin embargo, describe una mayor incidencia de infecciones del tracto urinario entre los niños menores de un año que no han sido circuncidados, pero todavía no pueden extraerse conclusiones definitivas.

En España, según Francisco Arrojo Vila, jefe de sección de urología pediátrica del hospital Gregorio Marañón de Madríd, la circuncisión neonatal no se practica en ningún hospital. "La circuricisión sólo se realiza para solucionar les casos de fimosis (la imposibilidad de que el glande quede al descubierto durante la erección, al ser excesivamente estrecha la piel del prepucio) a partir del primer año de vida del niño.

La fimosis es normal en todo recién nacido, pero se supone que la piel del prepucio que está adherida en los primeros años de vida del niño se desprenderá espontáneamente", añade el doctor Arrojo.

"Si no se retira por sí sola, recomendamos la circuncisión lo antes posible y no dejarlo para la mili, como se hacía antes". Es interesante añadir que, incluso en los casos en que es necesario la circuncisión, utilizamos técnicas que no implican la extirpación total de la piel del prepucio. Nosótros utilizamos la denominada técnica Duhamel, que consiste en una simple, en la cara dorsal del prepucio que permite el movimiento de la piel sin retirarla del todo, lo que permite dejar el glande cubierto y protegido".

"Antes de cumplir el año sólo -explica el especialistase realiza si el bebé presenta alguna complicación, como la balanitis, que es la acumulación de esmegma (matería blancuzca análoga al jabón humedecido que se encuentra en el prepucio y que es debida a la descamación de los órganos genitales) por debajo de la piel del prepucio, o la parafimosís, que se produce por una excesiva retracción de la piel que estrangula el glande".

Esta práctica, extendida originalmente en los países del Mediterráneo oriental -se practicaba en Egipto antes de que bajaran aldí los israelitas-, no ha tenido ningún arraigo en España. "La inexistencia de la circuncisión del recién nacido en España no es debida a una falta de conocimientos", explica Ernesto Sáez, jefe de sección del servicio de pediatría del hospital Central de la Cruz Roja de Madríd, "sino a la certeza de que no ofrece ninguna ventaja comprobada.

Sufrimiento innecesario

Los problemas que teórícamente se pueden evitar en el futuro no justifican un proceso que encierra ciertos riesgos y que sabennos somete al recién nacido a un sufrimiento innecesario". El doctor Sáez añade que si bien "es muy posible encontrar algunas justificaciones médicas para la circuncisión neonatal, éstas no dan la luz verde a su práctica "rutinaria".

Parece improbable que la circuncisión deje de practicarse, pero es posible que la creciente información de que disponen los futuros padres en países como EE UU provoque un descenso de su incidencia.