El oro de los tracios, en la Real Academia de Bellas Artes

Tesoros de las tierras búlgaras es el título de la exposición que hoy se abre en la sede de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en Madrid. Se trata de una pequeña muestra de casi 400 objetos, pertenecientes en su mayoría al primer milenio antes de nuestra era y al período de dominación romana. Estatuas de dioses, juegos de recipientes, adornos y apliques de bridas y guarniciones de caballos esbozan bajo el signo del oro lo que fue la brillante cultura de los tracias en territorio búlgaro.

Los tesoros tracios de Bulgaria han sido presentados anteriormente en diversas capitales, como París, Moscú, Londres o Tokio. El pasado año, una gran exposición montada en Montreal (Canadá) se convirtió en la muestra con mayor éxito de la temporada.La que ahora se presenta en Madrid, organizada por el Ministerio de Cultura español y el Comité de Cultura de Bulgaria, es mucho más reducida en número de objetos presentados, aunque en opinión del director general de Bellas Artes y Archivos, Juan Miguel Hernández León, es más importante que otras celebradas anteriormente, ya que se exponen "piezas que salen por primera vez de Bulgaria, encontradas en hallazgos recientes". Hernández León achacó a problemas de espacio la escasez de objetos mostrados, aunque dijo que éstos son muy significativos: "Se trata de piezas de gran calidad, para el disfrute artístico, que sirven además como aportación arqueológica para comprender una cultura escasamente conocida".

Auge civilizador

Durante la presentación, presidida ayer en Madrid por Federico Sopeña, director de la Real Academia de Bellas Artes, el comisario de la muestra, el historiador Gavrail Lazov, dijo que en ella se ha intentado mostrar "la significación civilizadora de la península Balcánica"". El auge del arte tracio se produjo en el siglo V antes de Cristo, con el oro y la plata como metales predilectos del artesanado, y llegó hasta principios de nuestra era.La cultura de los tracios, de varios milenios de antigüedad, se sitúa en el sureste de los Balcanes. Aunque los historiadores antiguos consideraban a este pueblo como primitivo, por su fragmentación política y su vida simple, los tracios tuvieron de hecho una cultura muy avanzada, que se reconoce en su poesía, su música y sus obras de arte.

Lo más significativo de la muestra son varias piezas del tesoro de Panagiurishte, de finales del siglo IV antes de Cristo. Cuatro ritones, tres jarras una ánfora-ritón y una fiata suman más de seis kilos de oro puro. La época romana está representada por los tesoros de Zhitnitsa y Nikolaevo. Después de Madrid, la muestra viajará a Barcelona y Sevilla.