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FERIA DE SAN ISIDRO

Mendes: "Me he jugado el pellejo las tres tardes"

Víctor Mendes acabó ayer su paso por la feria sin conseguir ni un sólo trofeo, aunque se mostraba satisfecho de sus actuaciones: "Me he jugado el pellejo las tres tardes, no me puedo entregar más con estos toros tan descastados y faltos de fuerzas". Creía que la afición madrileña había sabido valorar su esfuerzo y comentaba que sólo había podido lucirse con las banderillas: "Lo que es poco de cara a mis deseos de ser, como en 1987, el triunfador del ciclo".

El portugués pensaba que su cotización no había bajado y se ofrecía para torear en Madrid siempre que se lo ofrecieran: "Los que estamos arriba en el escalafón, sin que eso quiera significar en mi caso que me considere figura, debemos justificarnos en todas partes, porque el público paga igual en todos sitios, pero todavía más, si cabe, en Las Ventas, plaza eu nunca hay que rehuir". Mendes emprendió viaje a Nimes, donde hoy está anunciado con toros de Miura, a los que les pedía que embistieran: "Aunque sea un milagro dado lo mal que están todas las ganaderías".

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Asomándose al balcón

Esplá: 20 días sin torear

Tras las radiografías que a última hora de la noche le hicieron a Luis Francisco Esplá en la clíni ea, a la que llego procedente del hotel y vestido de paisano, se ha confirmado que padece un es guince en el dedo pulgar de su mano derecha, que deberá tener inmovilizado durante dos sema nas. Este percance, que sufrió al ser pisado y revolcado por su se gundo enemigo, le apartará de los ruedos unos 20 días, en los que perderá cuatro festejos.

Esplá entró en la enfermería visiblemente dolorido, con la mano inmóvil, la faz blanca y una mancha de sangre en la cabeza. Una vez reconocido y vendado se sentó en una silla, donde se fue recuperando mientras lamentaba su mala suerte: "Las contusiones múltiples que tengo no me preocupan, pues se pasan pronto, lo malo es lo del dedo, que me temo me va a obligar a estar parado algún tiempo". También se quejaba de que en sus dos actuaciones no le hubiera embestido ningún toro.

"Además de la falta de casta de la ganadería de bravo", explicaba, "existe un problema añadido en Madrid: los toros vienen fuera de tipo porque se exige un peso y un trapío demasiado grande y los ganaderos no envían a sus mejores animales, sino a los más gordos".

Mientras esperaba el coche para marcharse se interesaba por lo que estaban haciendo sus compañeros en el ruedo y al saber qu no redondearon faena de muleta ninguno comentó: "En estas circunstancias, triunfar en Las Ventas es casi una misión imposible".

Morenito de Maracay reconocía que tal vez se embarulló algo con sus toros: "No me acoplé totalmente, pero ellos tampoco colaboraron nada, eran mansísimos en el último tercio". El venezolano esperaba que, al menos, el público se hubiera divertido con los tercios de banderillas que protagonizo junto a Esplá y Mendes.

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