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Sandinistas y 'contra' avanzan en el diálogo de paz

Rehace la llama de la esperanza en Nicaragua después del clima pesimista que se respiraba días atrás por el parón que sufrieron las conversaciones técnicas de Sapoá. El segundo encuentro entre las delegaciones de alto nivel. -presididas, por parte sandinista, por el ministro de Defensa y jefe de las fuerzas armadas, general Humberto Ortega, y por parte de la contra, por el líder de la Resistencia Nicaragüense (RN), Adolfo Calero-, para discutír los aspectos relativos a la concertación de un alto el fuego definitivo, tal como fue acordado en esa población colindante con la frontera costarricense, iba a iniciarse ayer en Managua a medía tarde (madrugada de hoy en España).

Lo significativo del histórico encuentro, pospuesto por las discrepancias surgidas entre las dos partes el pasado día 6, es que la cúpula rebelde llega a Managua por vez primera desde el inicio de la guerra.Hasta el último minuto, la reunión de Managua corrió peligro de aplazarse de nuevo de manera indefinida por el empantananúento en el que se hallan las conversaciones que, paralelamente, han venido sosteniendo en Sapoá las comisiones técnicas encargadas de definir los enclaves de ubicación de las fuerzas rebeldes y su sistema de subsistencia durante el período de tregua de 60 días que rige desde primero de mes.A esa dificultad se sumaba la logística del encuentro de alto nivel que la contra exigía que tuviera lugar en el hotel Intercontinental, en el centro de Managua, y que el GobiemoÍnsistía en que se celebrase en el hotel Las Mercedes, frente al aeropuerto, a más de 10 kilómetros de la capital. Al final, el jueves por la noche, el Gobierno llegó a una solución de compromiso con una delegación de avanzadilla de los rebeldes, y se fijó como punto de cita el hotel Camino Real, a media distancia de los otros dos.Nutrida delegación

Toda la plana mayor del directorio nacional de la Resistencia Nicaragüense -Adolfo Calero Alfredo César, Arístides Sánchez, Pedro Joaquín Chamorro y Azucena Ferrey- programaban su llegada a Managua a primeras horas de la tarde en un vuelo regular procedente de San José de Costa Rica. Con ellos viajaban otros 40 miembros de una numerosa delegación de la contra.

El Gobierno ha anunciado que los dirigentes rebeldes podrán permanecer en Managua hasta el próximo lunes, lo cual hace pensar que las reuniones se desarrollen durante todo el fin de semana. Sin embargo hay silencio oficial en tomo a si la delegación de la contra podrá reunirse estos días con miembros de la Conferencia Episcopal y de la Coordinadora Democrática -que agrupa a empresarios y fuerzas políticas no representadas en el Parlamento- y ofrecer un almuerzo a las madres de insurgentes muertos en combate.

Paralelamente a todo esto, las comisiones técnicas finalizaban en la madrugada de ayer en Sapoá una nueva ronda negociadora de casi ocho horas para tratar de acercar posiciones en las propuestas sobre el sistema de vida en los enclaves presentadas por los dos bandos la semana pasada en un encuentro que finalizó bruscamente por decisión de los sandínistas, que acusaron a la contra de pretender dilatar las conversaciones sin ningún ánimo de acuerdo.

-En esta nueva sesión, en la que misteriosamente no comparecieron por parte rebelde sus jefes militares -los comandantes Toño y Fernandotampoco se solucionaron los dos aspectos más conflictivos de la negociación: el medio para el reabastecimiento de víveres y la exigencia de la contra de que se le permita reemplazar armamento y munición gastados. durante el período de tregua. "Cuando se habla de poner un fusil por otro fusil y de una munición por otra munición se está hablando de rearme, y a Sapoá hemos venido nosotros a hablar de paz y no de guerra", declaró en la madrugada de ayer el jefe de la delegación sandinista,. general Joaquín Chamorro. Arístides Sánchez, responsable de la delegación insurgente, se mostró optimista al declarar que se habían hecho bastantes avances.

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El dirigente rebelde declaró que las,tropas de la contra entrarán con sus armas en los siete enclaves fijados, que abarcan 21.000 de los 100.000 kilómetros cuadrados de territorio nacional. "Luego, ya veremos", dijo. Sánchez manifestó también que la compañía de transportes que les suministrará la ayuda humanitaria será neutral, y que en caso de que el Gobierno ponga objeciones debería ser la comisión de verificación -que integran el cardenal arzobispo de Managua, monseñor Miguel Obando y Bravo, y el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Joáo Clemente Baera Suárez- quien resuelva.

Todo este temario se ha decidido llevarlo a la mesa de negociaciones de alto ni vel. De persistir las divergencias sobre lo que las dos partes llaman el modus operandi en los enclaves, y de no encontrarse en las discusiones de Managua una solución, el proceso de paz sufriría un duro golpe y la esperanza se tomaria en pesimismo.

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