La Xunta, una gran familia
El 'conselleiro' de Sanidad anuncia el cese de su hija como asesora
La mayoría de los gallegos deben estar todavía sorprendidos de las dimensiones que ha alcanzado el escándalo de la contratación de familiares del conselleiro de Sanidad, Pablo Padín, en este departamento de la Xunta de Galicia. El caso Padín no es más que otro episodio de la larga lista de contrataciones de familiares y allegados de altos cargos de la Administración que han acompañado la historia de la autonomía gallega desde la constitución del primer Gobierno de la Xunta. El yerno del ex presidente Fernández Albor, una hermana de Manuel Fraga y la propia esposa del actual titular del Ejecutivo, el socialista Fernando González Laxe, entre otros, han integrado o continúan integrando la nómina de funcionarios y personal de confianza de la Administración gallega.
El escándalo desatado a raíz de las contrataciones de familiares en la Consellería de Sanidad obligó ayer al titular del departamento, Pablo Padín, a anunciar el cese de su propia hija como asesora suya en cuestiones parlamentarias. María Padín Fabeiro, estudiante de Derecho, había sido contratada pocos día s después de que su padre accediera al Ejecutivo por el triunfo de la moción de censura contra el aliancista Gerardo Fernández Albor, y percibía por su cargo un salario que rondaba los dos millones de pesetas anuales.Padín, militante de Coalición Galega, el partido que lidera el ex aliancista y actual vicepresidente de la Xunta, José Luis Barreiro, ha solicitado además comparecer ante el Parlamento autónomo para explicar lo que él considera una campaña de desprestigio político contra su persona. Pero, aparte de la contratación y posterior cese de su hija, el conselleiro de Sanidad tendrá que dar cuenta de otras curiosas coincidencias que se han producido y el nombramiento de asesores de su departamento.
Desde hace cuatro meses, la secretaria de Padín es su propia cuñada, Milagros Fabeiro, que cobra 124.000 pesetas mensuales. Como asesor suyo figura también Ramón Vázquez Hermida, hasta hace poco gerente de un hotel compostelano, pero que con anterioridad había estado ligado a empresas de suministro de material sanitario. En un puesto destacado del organigrama de la Consellería de Sanidad aparece también María Dolores Herranz Kovalski, esposa del director general del gabinete técnico del vicepresidente Barreiro, José Luis Bañamouzo, un auténtico incombustible que en los anteriores Gobiernos de Alianza Popular había ocupado altos cargos en las carteras de Trabajo y Cultura. Durante la estancia de Bañamouzo al frente del departamento de Servicios Sociales de la Consellería de Trabajo, varias guarderías coruñesas aparecieron milagrosamente plagadas de personas naturales del mismo pueblo del alto cargo gubernamental.
Padín ha desmentido además las acusaciones de la sección de funcionarios de la Intersindical Nacional de Traballadores Galegos, que ha acusado en numerosas ocasiones al conselleiro de estar remodelando la decoración y el mobiliario de su departamento. Tanto Padín como su cuñada, Milagros Fabeiro, están vinculados a negocios de decoración e inmuebles.
Dejando a un lado el caso de Padín, en la Xunta de Galicia se podría hacer una rigurosa división geográfica por departamentos. Los distintos conselleiros que han pasado por el Gobierno autónomo han dejado su particular impronta en forma de numerosas listas de funcionarios naturales de sus propios pueblos de origen. Todavía se recuerda en Galicia unas célebres oposiciones al Tribunal Tutelar de Menores en las que casi la mitad de los aprobados eran de la localidad coruñesa de Ortigueira, patria chica del entonces director general de Justicia, Juan Luis Pía.
Otros allegados
Lo de los familiares tampoco es nada nuevo. Durante la estancia de los conservadores en el Gobierno autónomo, Gonzalo Anaya, casado con una hija del ex presidente Fernández Albor, ocupó altos cargos en el staf del titular del Ejecutivo. También lleva varios años trabajando en la Consellería de Agricultura Rosario Fraga, hermana del ex presidente de AP, y Rosa Liaño, esposa del actual presidente de la Xunta, es funcionaria de la Consellería de Pesca. La señora de González Laxe accedió a este cargo, por oposición, bastantes meses antes de la llegada de los socialistas al poder.
Esta política, en todo caso, no es exclusiva del titular de Sanidad. Buena parte de los altos cargos de los Gobiernos conservadores se mantienen en sus puestos. Así, se han producido espectaculares trasvases de un departamento a otro, como es el caso del actual militante de Coalición Galega y conselleiro de Educación, Javier Suárez Vence, que ya había ostentado con Alianza Popular las carteras de Sanidad y Ordenación del Territorio.
La mayoría de los altos cargos que han permanecido en la Xunta desde hace varios años sin que les influyeran para nada los sucesivos cambios de Gobierno, son personas estrechamente ligadas al líder de Coalición Galega, ex vicepresidente con Alianza Popular y actual vicepresidente, José Luis Barreiro. El caso más llamativo es el de José Antonio García Cotarelo, antiguo redactor de discursos del ex presidente del Gobierno Carlos Arias Navarro. García Cotarelo fue un íntimo colaborador de Barreiro mientras éste estuvo en el Gobierno. Cuando el actual líder de Coalición Galega abandonó el Ejecutivo al no conseguir la dimisión de Fernández Albor, Cotarelo pasó a ocupar la dirección general del gabinete del presidente y se encargó de supervisar sus propios discursos. Ahora es el secretario general técnico de la vicepresidencia de la Xunta.
Los colaboradores de Barreiro han conseguido incluso copar puestos en consellerías actualmente controladas por los socialistas, como es el caso del departamento de Cultura, que preside el escritor y premio nacional de literatura Alfredo Conde, elegido diputado en las listas del PSOE.
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