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14.000 millones de ECU, 'deuda tecnológica' comunitaria en 1986

ENVIADO ESPECIAL El desarrollo y refuerzo del intercambio tecnológico en la CE como única vía para hacer frente al dominio nipón y -en menor medida- norteamericano en este terreno, fue uno de los aspectos que coincidieron en destacar ayer en Luxemburgo el alemán Karl-Heinz Narges, vicepresidente de la Comisión Europea, y el el francés Michel Carpentier, director general de Telecomunicaciones, Industria de Información y Desarrollo. Según datos de Carpentier, la deuda tecnológica de la CE en 1986 fue de 14,000 millones de ECU (cerca de dos billones de pesetas), mientras que Japón arrojó un beneficio de 49.000 millones de ECU por venta de patentes, licencias y componentes microelectrónicos.

Carpentier y Narges asisten en Luxemburgo al seminario organizado por la Comisión Europea sobre el programa Sprint (Programa Estratégico para la Innovación y Transferencia de la Tecnología), en el que participan casi dos centenares de representantes de instituciones de los países miembros, una docena de los cuales son españoles.

El programa Sprint ha repartido desde 1984 más de 15 millones de ECU. Su objetivo no ha sido tanto que se aumente la investigación en la CE, cuanto que los conocimientos ya adquiridos se difundan entre los países comunitaríos. Esta ofensiva comunitaría de rearme tecnológico entra ahora en su cuarto año, y sus gestores confian en que las autoridades de la CE prorroguen el plan, que debería concluir en 1989, y refuercen su asignación presupuestaria, hasta ahora un tanto magra.

Para esto se ha creado medio centenar de pequeñas redes transnacionales que agrupan a 170 instituciones (universidades, cámaras de comercio y centros tecnológicos), que se ocupan de que un método técnico preciso que posee determinada firma sea trasvasado a otra empresa de otro país que lo necesite. Sprint ha estimulado y logrado ya un centenar de intercambios de este tipo.

Carpentier ha señalado que España y Portugal son actualmente los países de moda donde otros centros comunitarios desean tender sus redes de intercambio tecnológico. Cataluña, el País Vasco y Madrid son las regiones españolas con una mayor implantación en este programaNo obstante, este alto funcionario reprochó a España que mantenga barreras psicológicas, tienda a adquirir su tecnología en Japón y Estados Unidos, y sólo piense en la CE como un mercado donde vender sus productos.

Uno de los logros de este programa de intercambio tecnológico es un sistema avanzado de control de invernaderos por ordenador desarrollado por una firma española, y que va a ser implantado en Burdeos en una finca de 5.000 metros cuadrados. Este sistema no sólo mide los parámetros esenciales dentro y fuera del invernadero (temperatura, humedad, radiación solar o viento), sino que determina las necesidades de riego, refrigeración, calefacción y abono.

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