La música de un gigante
Aun los que no estén de acuerdo con las ideas africanistas de Randy Weston deben sentir por él un inmenso respeto. Randy Weston es el continuador de una línea pianística muy importante, trazada por Duke Ellington y Thelonious Monk. Hablamos de un piano áspero y riguroso. Un piano que con frecuencia resulta duro y hasta cruel con el oyente: la postura de Monk en los conciertos, de espaldas al público, era una postura moral.Randy Weston no hace eso. Todo lo más, mira por encima del hombro, pero porque es altísimo. Sus interpretaciones tienen también grandeza, esa que es hija del tamaño, pero también de la proporción. Cuando toca Randy Weston es como si ante el público se construyeran catedrales de música.
Randy Weston
I Festival de Afro-jazz. Colegio Mayor San Juan Evangelista. Madrid, 12 de diciembre.
Randy Weston actuó en el San Juan en sesiones de tarde y noche. En la de tarde hubo bastantes huecos, y eso que la mesa de sonido que han puesto ocupa medio patio de butacas. Lo gracioso es que no había ninguna necesidad de amplificación, porque habían puesto un piano Yamaha que no es que sea un Steinway, pero sonar, suena. Tanto, que en la sesión de tarde incluso dejaba escapar un extraño ruidito, una reverberación metálica que, puestos a ver el lado bueno de las cosas, valió para sustituir al anunciado percusionista.
Por la noche sí hubo percusionista; no el anunciado, sino otro. No fue para bien. A Randy Weston le sobran los percusionistas y los ruidos raros, y lo mejor es que no le acompañe nadie.