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LA NUEVA DISTENSIÓN

EE UU y los 5 países con euromisiles firman convenios sobre el control soviético

El secretario de Estado norteamericano, George Shultz, se desplazó ayer a Bruselas para informar a sus homólogos de la OTAN, entre ellos el ministro español Francisco Fernández Ordoñez, de los resultados de la cumbre de Washington y firmar con cinco países aliados -Bélgica, Holanda, Italia, República Federal de Alemania (RFA) y Reino Unido- convenios bilaterales que faciliten las inspecciones soviéticas a las bases donde han sido desplegados los misiles nucleares -120 Pershing 2 y 309 de crucero- que deben ser eliminados en virtud del tratado firmado por Ronald Reagan y Mijail Gorbachov.

Shultz se mostró confiado en que, tras la firma del acuerdo sobre el desmantelamiento de los euromisiles, ambas superpotencias podrán concluir, como tarde, en junio otro tratado sobre la reducción en un 50% de las armas nucleares estratégicas (START).Los cinco países afectados procederán a continuación a un canje de notas con la Unión Soviética para que sus expertos puedan visitar las bases anunciando su inspección con hasta sólo cuatro horas de antelación. Estas medidas de verificación in situ empezarán a llevarse a cabo en cuanto el tratado haya sido ratificado por el Senado norteamericano, probablemente a finales de la primavera.

Reticencias de Francia

El acto brindó la oportunidad a Francia de manifestar sus reticencias puestas de relieve por la ausencia del jefe de su diplomacia, Jean Bernard Raimond, que horas más tarde no suscribió el párrafo cuarto del comunicado del Consejo del Atlántico Norte, en el que los 15 otros miembros de la OTAN "consideran que el tratado sobre las Fuerzas Nucleares Intermedias (INF) tiene un lugar importante en un concepto coherente y global del control de armamentos ( ... )". Raimond sí suscribió, en cambio, el párrafo introductorio en el que los aliados expresan su satisfacción ante la firma, pero en un encuentro ulterior con la Prensa francesa explicó qué interpretación cabía dar a su visto bueno, al afirmar que el tratado sería bueno si desembocaba en otro sobre los armas estratégicas pero sería malo si sólo conducía a la desnuclearización del Viejo Continente.Preguntado sobre si Francia había "aguado" la fiesta, el embajador de España ante la OTAN, Jaime de Ojeda, se limitó a contestar que la había "afrancesado", antes de que Fernández Ordoñez señalase: que, en el fondo, se enfrentaban "dos concepciones sobre desarme: la de aquéllos que piensan que ésto es un paso equivocado en un camino viejo y la de los, que están convencidos de que es un primer paso en un camino nuevo". "Nosotros nos situamos en la segunda categoría", concluyó.

La siguiente etapa es, obviamente, el tratado START que tanto en opinión del secretario general de la OTAN, lord Carrington, como del propio Shultz "puede estar acabado a tiempo para ser firmado en "la cumbre de Moscú a principios de junio" "Hemos hecho muchos progresos", añadió el jefe de la diplomacia norteamericana, "y es ya posible ahora ver el esqueleto del acuerdo, aunque queda mucho trabajo por llevar a cabo".

En la lista de prioridades de la Alianza, recogida en el comunicado de ayer, figura en primer lugar el tratado START seguido por la elíniinación total de las armas químicas, la instauración del equilibrio en materia de fuerzas convencionales y, por último, la reducción de los misiles nucleares tácticos, que dista mucho del deseo de la RFA de suprimirlos.

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"Observarnos", señala también el comunicado, "la adopción por la Unión Soviética de una actitud más abierta que podría conducir a una clara mejora de las relaciones Este-Oeste en materia de corarol de armamentos". Aunque insistió en que el mérito del acuerdo incumba ante todo a la Alianza Atlántica, Carríngton adn-iitió que "la firma y el desarrollo de la reunión de Washington han reforzado la opinión de que Mijail Gorbachov es diferente de sus predecesores". "Es poco probable que hubiesemos podido firmarlo con el fallecido secretario general Chernenko", añadió Carrington.

[Por otra parte, el secretario español de Estado de Cooperación Internacional y para Iberoamérica, Luis Yáñez, viaja hoy a Moscú con el objetivo primordial de "recabar información de primera mano" de las reacciones soviéticas tras la cumbre Reagan-Gorbachov].

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