_
_
_
_
_

23 exiliados chilenos ocupan la sede de ACNUR en Brasil, ante el temor a la policía de Pinochet

Un grupo de 23 exiliados chilenos en Brasil ocupan, desde la mañana del pasado lunes, la residencia donde funciona el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para Refugiados (ACNUR) en Río de Janeiro, y exigen ser trasladados a otros países para evitar posibles represalias de la policía secreta chilena.Los ocupantes habían pedido inicialmente pasajes aéreos y visados para Noruega, Canadá y Australia en busca de "mejores posibilidades de vida y fúturo". Horas más tarde aclararon que temían las acciones de la policía secreta chilena en territorio brasileño que investiga posibles vinculaciones de los exiliados locales con el secuestro del teniente coronel Carlos Carreño, liberado en Sao Paulo hace una semana, luego de haber permanecido casi tres meses en manos del grupo armado chileno Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR).

El grupo -que incialmente se componía de 11 adultos y 10 niños y que se incrementó más tarde con otros dos adultos- ocupó la sede pacíficamente y tomó como rehén a la señora de la limpieza, única funcionaria que se encontraba en el local, quien fue sustituida más tarde por un fotógrafo del diario conservador 0 Globo, que se ofreció voluntariamente para el canje.

Todos los chilenos que participan en la acción se encuentran en Brasil bajo el emparo de ACNUR, excepto uno, que está en situación irregular.

Mérida Morales O'Donnel, jefa de la oficina de ACNUR de Río, recibió instrucciones de la sede de la organización en Ginebra paía sólo negociar en caso de que los chilenos abandonasen las instalaciones de ACNUR. Ella no pudo entrar en la casa ocupada por los chilenos. Como la representación tiene estatuto di.plomático, la policía brasileña no pudo intervenir.

Mientras tanto, en Brasilia, el ministro de Justicia, el conservador Paulo Brossar, negaba a la Prensa haber autorizado el ingreso en Brasil de miembros de la policía secreta chilena para averiguar vinculaciones de exiliados con el secuestro de Carreño.

El jefe de la policía federal brasileña, Romeu Tuma, afirmó que si algún policía chileno intentaba trabajar en, Brasil sería inmediatamente detenido. Según el comisario Tuma, si la policía chilena necesita información deberá obtenerla "por contactos directos con las autoridades brasileñas", específicamente a través de canales diplomáticos, y jamás investigando aquí por su cuenta.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_