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Latinoamenca culpa del tráfico de droga a los consumidores en EE UU

La Reunión Regional de Ministros y Procuradores Generales de Justicia, en la que participaron 13 países de América Latina y Estados Unidos, ha puesto de maniriesto las diferencias existentes en el enfoque del problema de la droga: los latinoamericanos consideran que la clave está en el consumo, mientras que Estados Unidos insiste en la responsabilidad de los países productores. Sobre el tráfico de droga y la drogodependencia giró el debate, de tres días, abierto el miércoles en Puerto Vallarta (México),- y que, ironías del destino, se celebró en el Estado de Jalisco, el mismo donde fue asesinado el agente de la agencia norteamericana antidroga (DEA) Enrique Camarena, en 1985, y donde fue torturado el pasado agosto otro agente de la DEA, Vídor Cortez.

Tras las tensiones de meses pa sados, con acusaciones desde EE UU contra altos funcionarios del Gobierno de México, íncluido un primo del presidente de la República, Miguel de la Madrid, y el ministro de Defensa, el general Juan Arévalo, de estar implícados en el tráfico de droga, el fiscal general estadounidense, Edwin Meese, llegó a Puerto Vallarta dispuesto a "enterrar el hacha de guerra".Sin embargo, a pesar del aparente idilio en el balneario del Pacífico mexicano, las declaraciones de varios ministros de los países de América Latina dejaron traslucir que persiste una diferencia esencial a la hora de enfocar el problema de la droga. Los latinoamericanos consideran que se trata fundamentalmente de una cuestíón de drogodependencia, mientras que EE UU centra el problema en el tráfico. Desde una posición ecléctica, como corresponde a un buen anfitrión, México insistió en la necesidad de "actuar en todos los eslabones de la cadena". Así lo expresó el presidente Miguel de la Madrid en la inauguración del encuentro. Según De la Madrid, "el ñarcotráfico en gran escala es un delito de secuencia internacional. Corrompe, enferma y provoca violencia dondequiera que aparece". La visión integral del problema, añadió, "gana terreno".

El ministro de Justicia de Perú, Carlos Blancas, dijo abiertamente en, una conferencia de prensa que el problema de la droga viene regido por las leyes de la economía capitalista, según las cuales "no hay oferta sin demanda", lo que equivale a echar la culpa del problema al consumo de la droga en Estados Unidos como origen de todos los males. Dedicar un gran esfuerzo económico a combatir el tráfico de droga y cumplir con el pago de la deuda externa, añadió, son "términos antitéticos'.

El modelo de Bolivia, con la intervención de fuerzas de EE UU en el interior del país, es rechazado categóricamente por varios países latinoamericanos. Sin embargo, Meese dijo: "Estamos buscando la manera de cooperar con otros países. Igual que en Bolivia, esas operaciones son mejores si no se anuncian antes de emprenderlas".

El ministro del Interior, Emigración y Justicia de Bolivia, Fernando Barthelemy, declaró que la estancia de las fuerzas estadounidenses no podrá ser prolongada de nuevo, pues no lo soportaría la opinión pública del país. Bolivia recibe de EE UU, como ayuda para la lucha contra la droga, dos millones de dólares (265 millones, de pesetas). "La mitad de lo que vale el cargamento de un avión lleno de cocaína", según Barthelemy.

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