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El filme 'La misión', Palma de Oro en Cannes, tuvo ayer su estreno mundial en Madrid

El director Roland Joffé y los actores Robert de Niro y Jeremy Irons presentaron la película

Andrés Fernández Rubio

El cineasta Roland Joffé, los actores Robert de Niro y Jeremy Irons y el productor David Puttnam asistieron ayer en Madrid al estreno mundial en salas comerciales de su película La misión, premiada con la Palma de Oro en el último festival de Cannes. Fue elegida España para su estreno porque la acción transcurre en Latinoamérica durante el siglo XVIII. Se cuenta la fundación por los jesuitas de misiones que recogían a los indígenas. La orden les ayudó a desarrollar su cultura, en un proceso truncado, por los intereses políticos y económicos de los, imperios español y portugués, con el apoyo del Vaticano. Al estreno asistieron también la reina Sofía y la infanta Elena.

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El estreno de esta producción británica, que ha costado unos 3.250 millones de pesetas, se celebró anoche en el cine Palacio de la Música en una gala patrocinada por la Cruz Roja Española, bajo la presidencia de honor de la reina Sofía. Durante el día de ayer, Joffé, Puttnam, Irons y Bolt recibieron a los periodistas. Faltó Robert de Niro, reacio a las entrevistas personales. El actor norteamericano llegó de improviso en la madrugada de ayer, en un vuelo que no era el que la productora le tenía preparado,Él fue el centro de atención en la conferencia de prensa celebrada en el hotel Villamagna ante más de medio centenar de periodistas. Llevaba la coleta con la que aparece en el filme y respondió con cierta desgana, evitando toda referencia a asuntos políticos, mientras se atusaba la perilla.

De Niro aseguró haberse sentido muy impresionado tras asistir a la proyección de la primera película de Joffé, Los gritos del silencio. La forma inteligente de dirigir de este director lo motivó para aceptar su papel en La misión, como un mercenario español que luego se convierte al catolicismo y lucha en defensa de los indígenas contra los soldados españoles y portugueses.

El actor, que ha recibido dos oscars de interpretación por Toro salvaje y El padrino II, es famoso por su férrea disciplina a la hora de implicarse en los personajes que interpreta. En La misión, según dijo, no tuvo demasiado tiempo para ello. Eso sí, afirmó haber leído varios libros: "Para acercarme al personaje e integrarme en los elementos históricos y naturales que sirven a la historia. En esta integración me ayudaron las sesiones de improvisación que realizábamos los actores con el director".

Ante la pregunta de si su personaje respondería con la misma violencia ante los ataques del poder si éstos se produjeran en la Centroamérica actual, De Niro respondió con un vago "puede ser". Añadió que no se sentía "lo suficientemente informado" para contestar.

El director del filme, Roland Joffé, es un londinense que, tras una brillante trayectoria en el teatro -fue el director más joven de los contratados por el National Theatre del Reino Unido-, obtuvo un gran éxito y tres oscars con su primer largometraje, Los gritos del silencio. La misión es su segundo filme. "Cuando terminé el primero, me interesé por los movimientos sociales que se estaban produciendo en Latinoamérica".

Lírica y compromiso

En algunos de estos movimientos la Iglesia católica tiene una participación destacada, contraria a las políticas represivas. Joffé justifica el hecho de que La misión sea una reconstrucción histórica diciendo que "se trata de un filme lírico y comprometido que plantea cuestiones que pueden desembocar en alguna solución aplicable a la realidad actual".De todas formas, la idea original de Joffé no admite una lectura estrictamente política desde la perspectiva de nuestros días. "Se trata de abordar el problema de la colonización europea e intenta ser un análisis de la decadencia de los indios, precisamente cuando se ven obligados a absorber otra cultura que casi siempre es impuesta". David Puttnam, el productor de la primera película de Joffé y productor, junto a Fernando Ghia, de ésta, señala que el primer proyecto quería plantear la situación de la Iglesia en El Salvador. "Pero había demasiadas implicaciones políticas", dice.

Joffé intenta que en La misión se produzca un debate interno en el espectador. "Es un filme más poético que brechtiano", señala, "aunque en Breht se nutre de la idea de que el pensamiento puede traer aparejado el cambio".

El director define a los actores. De Robert de Niro piensa que es "como un misil de combustión de instintos" y de Jeremy Irons opina que es "un libro magníficamente preparado y ordenado". Rasgos que, en su opinión, convienen. a sus personajes en el filme: De Niro se hace jesuita y responde violentamente a la agresión; Irons adopta una posición filosófica y su única defensa es la fe.

Si se le pregunta a Joffé si un personaje tan puro como el de Irons no resulta un tanto irreal, responde que sí, "pero si se lo observa con la mirada cínica de nuestra época". El director, que se define como un "ateo lleno de dudas", piensa dirigir en el futuro un filme que cuente cómo el poder nuclear se convirtió en un negocio y la fabricación en Estados Unidos de la bomba atómica que luego estalló en Hiroshima.

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