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Pekín anuncia la primera bancarrota de una empresa china

El Gobierno chino anunció ayer, por primera vez desde el establecimiento del régimen comunista en 1949, la bancarrota de una empresa -la fábrica de aparatos a prueba de bomba de Shenyang- situada en el noroeste del país, informó ayer la agencia Nueva China.Según estas fuentes, los bienes de dicha fábrica serán vendidos y los beneficios quedarán distribuidos entre los 219 acreedores, a los que se deben más de 135.000 dólares (unos 28,2 millones de pesetas).

Todos los empleados de la fábrica -incluido el director- perderán sus trabajos, con excepción de unos pocos minusválidos a los que se asignará un nuevo puesto en otra empresa.

Según la legislación china, antes de declarar la bancarrota las autoridades locales deben hacer una advertencia a la empresa, a la que se da un plazo de un año para que mejore su situación. La decisión definitiva se adopta si, al cumplirse el plazo, las deudas de la empresa superan el valor de sus bienes. La fábrica de Shenyang fue criticada por las autoridades chinas por su mala gestión, ya que registraba pérdidas desde hace 10 años.

Por otra parte, unos dos millones de habitantes de la provincia de Jilin -situada en el noreste del país- han sufrido los efectos de las graves inundaciones provocadas por las tormentas y abundantes lluvias que se han registrado en los últimos dos meses y que, hasta el momento, no han producido víctimas.

Según informó ayer la agencia Nueva China, un millón de hectáreas de tierra se encuentran inundadas por las aguas, que han roto unos 266 kilómetros de diques y dañado unas 80.000 casas.

Un millón de personas colaboran con el ejército para socorrer a aquellas personas que han quedado aisladas por el agua. El pasado año, más de 50 personas murieron en esta zona como consecuencia de las inundaciones registradas en el mes de julio, que devastaron más de 2,5 millones de viviendas.

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Las autoridades chinas informaron ayer que Pekín y Brasil han firmado un acuerdo para el desarrollo de un satélite meteorológico que está previsto que sea lanzado desde China. El coste del proyecto -seis millones de dólares (casi 1.000 millones de pesetas)- será dividido en partes iguales entre los dos países. China, que lanzó con éxito un satélite de comunicaciones el pasado febrero, ha ofrecido participaciones de bajo coste en este tipo de proyectos a empresas extranjeras.

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