El valor
El valor, en el torero, se le supone: ponerse delante de un toro no es cualquier cosa. A partir de ahí, y entre toreros, habrá distintas medidas y distintas categorías de valor. Pero en Pamplona la apreciación del valor del torero se fundamenta en distintos supuestos, pues el primero que se pone delante del toro es el propio pamplonés en el encierro.Naturalmente, no es lo mismo ponerse delante del toro en la soledad del ruedo y pasárselo por la faja, que correr en tropel delante de la fiera, que galopa aturdida. Sin embargo, para los mozos, éstas son matizaciones, y de ahí que no les asombre ni les conmueva demasiado el peligro que es consustancial con la práctica del toreo.
En la misma línea, los alardes de valentía del torero son lo que más entusiasma de la corrída al público sanferminero. Un diestro lidiador y estilista tendrá en esta plaza buen cartel, mas nunca tanto como el temerario o el tremendista.