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TRIBUNALES

La esposa de un guardia civil enfermo mental denuncia por torturas a todos sus mandos

Francisca Vázquez Pino, esposa del guardia civil Juan García Monje, denunció ayer en el juzgado de guardia de Valencia por detención ilegal, imprudencia temeraria, torturas, coacciones, amenazas y falsedad a los principales mandos de la Guardia Civil en Valencia. Entre ellos, el general Álvaro Casado Mestre, jefe de la Tercera Zona, y el teniente coronel Quintiliano Pérez Monedero, jefe de la 311ª Comandancia. El guardia, enfermo mental, ha sido condenado dos veces en consejo de guerra por insulto a un superior. La denuncia se refiere al trato recibido a raíz del primer arresto, en diciembre de 1983. Fuentes de la Guardia Civil negaron las acusaciones y quitaron importancia al asunto.Según la denuncia, García Monje, de 32 años, fuertemente deprimido, solicitó a un superior, el subteniente Pedro Cuesta, ser rebajado del servicio. El subteniente -también denunciado- le dijo que lo suyo "cuento" y desestimó la petición. Días después, el 13 de diciembre, estando de servicio, García Monje se enfrentó e insultó a un sargento y fue arrestado.

El guardia, según las mismas fuentes, permaneció hasta el 19 de marzo de 1984 en el cuartel de Patraix (Valencia), en régimen de prisión tolerada. En esta fecha, fue visto por los jardines del cuartel por el teniente coronel Quintiliano Pérez, que ordenó su ingreso en el calabozo tras una tirante conversación. El guardia se resistió y ello le costó su segundo procesamiento. Según su esposa, fue tratado "como un perro" y hubo de permanecer casi un mes en un calabozo "lleno de excrementos y sin ventilación" junto a presos comunes.

Francisca Vázquez afirma que informó sin éxito a los mandos del desequilibrio psíquico de su esposo, que se acentuó en el Calabozo. El sargento de guardia aseguró no querer "complicarse la vida". El comandante juez Antonio Jorge del Castillo, preguntado sobre "por qué destrozaban" a su marido, respondió: "Aquí sólo aplicamos el Código de Justicia Militar". Tampoco fructificó la gestión realizada ante el general Casado Mestre. En la denuncia aparece también una referencia a posibles malos tratos sufridos por el guardia el 19 de marzo de aquel año, desmentidos a la denunciante por el capitán Burdalo de Fuentes, que lo justificó en que se había autolesionado. Todos ellos están también denunciados.

El 13 de abril de 1984, el guardia fue trasladado a la prisión militar de Cartagena, donde cumple su segunda condena tras haber sido juzgado y defendido por el coronel Salvador Escandell, que representó al general Milans del Bosch en el juicio por el golpe de Estado.

Francisca Vázquez, según dice en su denuncia, manifestó al subteniente Cuesta que quería un defensor civil para su marido. El subteniente le contestó que no lo hiciera "porque lo echarían y que le traería complicaciones". La mujer, que vive aún en el cuartel de Benimaclet, buscó un abogado civil -Ramón Milara- al haber encontrado a su marido en un estado mental lamentable, que ha sido diagnosticado como psicosis maníaco-depresiva con crisis de gran violencia, según un certificado médico que se adjunta a la denuncia.

Fuentes de la Guardia Civil restaron importancia al asunto. El general Casado negó que se hubiera tratado mal al guardia ni que hubiera estado junto a presos comunes. Asimismo, afirmó: "Ningún mando avasalla ni atropella a sus subordinados. Decir lo contrario es demagógico. Si quiere alguien hacer campaña más o menos difamatoria, que lo haga y que los tribunales juzguen".

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