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ESCULTOR DEL HOMBRE

Personalidades del arte y la cultura despiden a Pablo Serrano, enterrado en Madrid junto a sus padres

Los restos mortales del escultor Pablo Serrano fueron depositados, alrededor de las 14.20 de ayer, en la sacramental de San Isidro de Madrid. El que fuera uno de los grandes escultores de este siglo descansa en la tumba que contiene también los restos de sus progenitores, Bartolomé Serrano y Concepción Aguilar. Numerosas personalidades de la política, entre las que destacan el vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, y el ministro de Cultura, Javier Solana, así como gran cantidad de artistas se acercaron al número 127 del paseo de la Castellana, domicilio del finado, para testimoniar a la familia su pésame por la pérdida.

El entierro estaba previsto por la mañana, pero no se llevó a efecto hasta las 14.20 porque los familiares decidieron esperar al único hijo del fallecido, Bartolomé, que se trasladó expresamente desde Uruguay. El escultor Pablo Serra no falleció en la madrugada del martes, en su domicilio, debido a un fallo cardiaco. Cuatro grados sobre cero marcaba el termómetro a las diez de la mañana de ayer. El domicilio del escultor Pablo Serrano, el portal y las inmediaciones se encontraban ya atestados de gente. Políticos artistas y admiradores esperaban la salida de los restos mortales de Pablo Serrano. Cuatro campesinos de Crivillén (Teruel), donde nació Pablo Serrano hace 75 años, bajaron el féretro desde la vivienda y lo introdujeron en el furgón fúnebre. Entre las personalidades que acudieron estaban Alfonso Guerra, vicepresidente del Gobierno, y Javier Solana, ministro de Cultura, que acudieron juntos a primera hora de la mañana.

La faceta humana

Alfonso Guerra declaró que "Pablo Serrano tenía dos dimensiones: la artística y la humana, las dos de gran magnitud". Refiriéndose a la faceta artística, Guerra dijo que "era la más conocida" y que se trataba de "uno de los grandes escultores de la modernidad"; sobre su personalidad humana, re saltó "su gran sencillez, porque no había optado por el progreso material". El vicepresidente señaló que, en su opinión, aun siendo las dos facetas importantes, prevalece la humana.Estuvieron presentes en el domicilio de Pablo Serrano el subse cretario del Ministerio de Cultura Ignacio Quintana; el subsecretario general de cultura del PSOE, Salvador Clotas; el director general de Bellas Artes, Dionisio Hernán dez Gil; Pablo Castellano, miembro del Consejo General del Poder Judicial; Francisco Granados diputado; Faustino Cordón; Lauro Olmo; el fiscal Jesús Vicente Chamorro; el presidente de las Cortes de Aragón, Antonio Embid; el de legado del Gobierno en Galicia, Domingo García Sabell; el vice presidente del PCE, Enrique Curiel, y el secretario general de CC OO, Marcelino Camacho.

Entre los asistentes del mundo del arte se encontraban Juan de Ávalos, Manuel Rivera; Cristóbal Toral, José Antonio Labordeta, Helga Keller, José Caballero, Juan Genovés, Manuel Mompó, Martín Chirino, José Luis Sánchez, Salvador Victoria y María Cuadra, entre muchos otros.

También testimonió su pésame el embajador de la URSS, Yuri Dubinin. Declaró que "Pablo Serrano era un gran escultor, y sus obras se encuentran expuestas en una sala especial del Museo del Ermitage, de Leningrado, que es el mejor museo de escultura occidental de la URSS. Entre estas obras está la cabeza de Antonio Machado". Asimismo, Dubinin precisó que Serrano fue "un gran luchador por la paz y uno de los promotores de los contactos y amistades entre España y la URSS. En mi país era muy conocido".

El embajador de Uruguay, Luis Hierro, también acudió a despedir al artista. Expresó su dolor por la muerte de Pablo Serrano, "cuya obra, si bien culminó en España, se inició en nuestro país, donde se guardan testimonios valiosos de su primera etapa". Precisamente, la Embajada de Uruguay facilitó el pasaje a Bartolomé Serrano, también escultor, para que llegara a tiempo al entierro de su padre, y puso un coche a su disposición en el aeropuerto. El único hijo del escultor fallecido llegó al cementerio alrededor de las 14.10. Inmediatamente se rezó un responso y se trasladó el féretro al pie de la sepultura.

Los restos mortales fueron inhumados a las 14.20. No había más de un centenar de personas en aquel momento. La ceremonia fue breve, sencilla y emocionada. Contrastaba con la gran aglomeración de genie que se había producido por la mañana.

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