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Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Anne-Sophie Mutter, arco mágico de nuestro tiempo

Orquesta Sinfónica y Coro de RTVEDirector: Miguel Ángel Gómez-Martínez. Solista: Anne-Sophie Mutter. Obras de Carmelo Bernaola, Wolfgang Amadeus Mozart y Juan Sebastián Bach. Teatro Real. Madrid, 28 de marzo.

Sin la presencia de la violinista Anne-Sophie Mutter, el último concierto de la Orquesta Sinfónica de RTVE, que fue dirigido por Miguel Ángel Gómez-Martínez, habría dejado escaso recuerdo. Y sobre escaso, muy poco favorable. Pero el arte, la potencia, la belleza sonora de ese adorable monstruo violinístico nos compensó sobradadamente de los otros duelos y quebrantos que nos ofreció la jornada.

Todavía no ha cumplido los 21 años de edad y Anne-Sophie Mutter hace ya gala de unas dotes, de unos saberes y de una anticipada madurez, que son capaces de llevar a los infiernos a todos los Salieri (en versión de la película Amadeus) del arco. Claro es que sólo contaba con 13 años cuando Herbert von Karajan presentó a esta excepcional violinista con la filarmónica berlinesa en el festival de Salzburgo, tocando precisamente la misma obra que acaba de ofrecernos en su concierto de Madrid: el Concierto en sol mayor KV 216, que Mozart compusiera cuando tenía solo 19 años.

Sin fronteras

El prodigioso arco de Anne-Sophie, la exactísima afinación que da al instrumento, el virtuosismo realmente sobrecogedor, la continua creación de una materia sonora espléndida, todo cuanto pueda decirse lo posée en máximo grado esta joven estrella de la música alemana, cuya fama ha traspasado ya todas las fronteras, incluidas las del disco y el vídeo.

Que la cadencia elegida para el primer movimiento del concierto mozartiano nos sacara un tanto del ambiente por su extremado y abiertamente romántico exhibicionismo, es algo que no resulta demasiado negativo si la realización es tan electrizante como fue la realizada por la violinista Anne-Sophie Mutter. Su triunfo fue lógico y grande, con incontables salidas a la escena tras su ejecución y una propina que terminó por caldear el ambiente.

Con anterioridad, Miguel Ángel Gómez dirigió con partitura (cosa rara en él), Heterofonías, del compisitor español Carmelo Bernaola. Fechadas en 1965, estas Heterofonías conservan la maestría de escritura que condujo al autor a la espléndida y personalísima etapa actual. Gómez-Martínez y los profesores de la Orquesta Sinfónica de RTV hicieron una versión correctamente planteada pero ausente de imaginación.

En montaje

El Magnificat en Re mayor, de Juan Sebastián Bach, una obra de éxito casi siempre seguro, esta vez sin embargo no lo alcanzó. Es difícil admitir hoy -en el tiempo de la abundancia de grabaciones maestras dentro de los diferentes estilos- una lectura tan imprecisa como la del jueves.

Daba la sensación de que estábamos ante una obra en curso de montaje. Sobrenada el conjunto la aportación de la soprano norteamericana Jane Mengedoht, el descubrimiento de la belleza vocal y estilística de la mezzo suiza Brigitte Balleys, la discreción tocada de diversificación estilística de los solistas españoles y la brillantez y expresividad del oboe Jesús Corral.

Solo un par de salidas, los aplausos de la minoría, el silencio de la mayoría y algunos siseos definieron suficientemente la postura crítica del público del teatro Real ante la interpretación de la Orquesta Sinfónica de RTVE.

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