Mohamed Hussein Fadlallah,
uno de los dirigentes del Partido de Dios (shíi libanés), acusado de perpetrar el secuestro del avión kuwaití desviado a Teherán la semana pasada, calificó ayer el desvío del aparato de "antiislámico", y aconsejó a EE UU que no llevase a cabo represalias por la "ejecución" de dos de sus ciudadanos, porque "golpear un núcleo no resolverá el problema, sino que hará surgir miles de núcleos similares".
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