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Las elecciones de hoy en Marruecos, limitadas a los candidatos afiliados a los partidos

Un total de1.366 candidatos, pertenecientes a 12 partidos políticos, se disputan los 199 escaños del próximo Parlamento marroquí, elegidos por sufragio directo. De acuerdo con una directiva del rey Hassan II, sólo los candidatos miembros de partidos políticos han podido concurrir a esta prueba, con lo cual han quedado excluidos todos aquellos que sin afiliación política aspiraban a competir por un escaño en la Cámara.

Los otros 102 diputados son nombrados por sufragio indirecto, lo cual, según la oposición, favorece a los candidatos oficialistas, después de que hayan sido elegidos también los cinco diputados de los trabajadores marroquíes en la emigración, y, obviamente, tras haber sido designados a todo lo largo del mes de agosto los miembros de los colegios que habrán de nombrarlos.La primera sesión del nuevo Parlamento, que será el cuarto desde la independencia de Marruecos hace 28 años; (durante los cuales sólo uno terminó normalmente su mandato), será inaugurada solemnemente por el rey Hassan II el día 12 de octubre, segundo viernes del mes, tal como establece la Constitución.

Ciento treinta y cuatro diputados, frente a los 167 del anterior Parlamento, elegidos por sufragio directo, presentan de nuevo su candidatura, aunque muchos de ellos en circunscripciones diferentes a las que concurrieron en 1977 para, según afirmaba jocosamente: el diario comunista Al Bayane, "'evitar las iras de quienes los eligieron en 1977 y han comprobado que no hicieron nada".

"En Marruecos tenemos un régimen monárquico, y no puede ser de otra manera", afirmaba editorialmente hace unos días el primo del rey Hassan II y ministro de Estado, Mulay Ahmed Alaui, en su diario Le Matin. Con su habitual y contundente prosa alauí, añadía: "En Marruecos el rey gobierna, y no puede ser de otra manera. Entre nosotros no existe el concepto de soberano honorífico. El poder real ocupa un lugar preponderante en nuestra Constitución, en la cual aparece como intangible. Marruecos es una monarquía constitucional, presidencial y democrática".

Ceuta y Melilla

La mayoría de los partidos ha hecho énfasis en la necesidad de consolidar la integridad territorial de Marruecos, y ha recordado -como en elecciones interiores- que para Marruecos ésta no será completa hasta "la recuperación de Ceuta y Melilla y las islas de la costa norte marroquí que aún se encuentran bajo dominación colonial española".Destaca en estas elecciones la escasa participación femenina. Sólo 16 mujeres: tres por cada uno de los partidos Istiqlal, comunista y Organización de Acción Democrática (marxista-leninista); dos por los independientes, socialistas y nacionalistas demócratas, y una por el Movimiento Popular aspiran a un escaño en un Parlamento que en la anterior legislatura no contaba con ninguna mujer entre sus miembros.

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Como parte de sus programas electorales, algunos partidos como la Unión Constitucional, del ex primer ministro Mati Buabid, que parece contar con la mayor dosis de bendición por parte de la Administración, proponen limitar el gasto público, imponer una política de auténtica austeridad "con enormes sacrificios que sean soportados por todos", distribuir las tierras del Estado a los agricultores productores y reducir la intervención del Estado en beneficio de una mayor autonomía de las regiones, y una mayor iniciativa privada".

Proposición del Istiqlal

El Istiqlal propone la marroquización de los cuadros técnicos del sector privado y la prohibición de contratación de cua dros extranjeros cuando haya nacionales disponibles, el establecimiento de un salario mínimo de 1.000 dirhams (17.000 pesetas), la aplicación de las leyes relativas a la Seguridad Social y, en lo que al Sáhara Occidental se refiere, que el Estado mantenga a los empleados de la empresa española Fos Bucraa las ventajas y los derechos adquiridos durante la presencia española en aquel territorio.Los programas del partido socialista y de la Organización de Acción Democrática son más elaborados y completos. En el de los socialistas están presentes las tesis aprobadas en su cuarto congreso nacional de julio pasado, que pueden resumirse en la independencia económica de Marruecos, reformas de las estructuras, refuerzo de la unión con Libia, satisfacción de las reivindicaciones populares y consolidación de instituciones auténticamente democráticas.

Es de notar que el secretario general de la Unión Socialista de Fuerzas Populares (USFP), Abderrahim Buabid, ha declarado que "si estas elecciones fueran honestas, la USFP debería triplicar el número de candidatos que obtuvo en 1977". Eso supondría para los. socialistas un total de 45 diputados. En el curso de la campaña electoral de 1977, Abderrahim Buabid había dicho que si las elecciones fueran auténticamente democráticas, los socialistas obtendríamos la mayoría en el Parlamento".

Aunque la mayoría de los partidos políticos denuncia cotidianamente irregularidades e intervenciones de la Administración en el proceso electoral, éstas parecen ser menores, e incluso el diario comunista Al Bayane afirmaba ayer que "la Administración se está manteniendo aceptablemente al margen de la campaña en los centros urbanos".

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