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Éxito de los actores en la representación de 'Electra'

Hasta mañana miércoles permanecerá en escena Electra, de Eurípdes, cuarta de las obras que se representan este año en el Festival de Teatro Clásico de Mérida y tercera tragedia del autor griego. La adaptación de Electra ha sido heha por Manuel de Lope para la compañía Estudio de Teatro, que dirige Santiago Paredes y que, según sus propias palabras, "ha pretendido estar ajustada al espíritu más puro de la tragedia griega". Paredes dirigió el pasado año, con éxito discreto, su versión de Antígona.El director ha preferido para la puesta en escena de Electra respetar el texto original: "Había dos posibilidades", dice: "hacer una traslación de la obra o no hacerla, y optamos por la segunda". "En cuanto al aspecto versión, texto y dramaturgia, lo que hemos hecho es bien sencillo, evitar el árbol genealógico de Eurípides y las alusiones que existen cada vez que sale un personaje, en las que se hace referencia a todos sus antepasados; es decir, hemos dado una visión más moderna, pero sólo en este aspecto". "Por lo demás", continúa Santiago Paredes, "hemos realizado un Eurípides bastante puro, un poco aligerado de la carga retórica que tiene este autor".

Para Santiago Paredes el escenario de Mérida es uno de los más difíciles del país, si se quiere utilizar sin modificaciones, como es el caso de Electra.

El coro, tan importante en este tipo de representaciones, en esta ocasión no se limita a ir repitiendo lo que hacen los protagonistas, sino que incluso hay un desdoblamiento del pensamiento de Electra, que ejecuta el coro: "Lo he utilizado", dice Paredes, "como algo que refleja una relación directa con el exterior y, al mismo tiempo, en otros momentos, como una sensación del estado anímico de los personajes con los que colabora, constituyéndose en el eslabón de la conciencia".

En cuanto a los actores, Ana Marzoa, que repetía escenario, estuvo muy bien, y lo mismo hay que decir de Pedro María Sánchez y Encarna Paso, que por primera vez, después de 30 años de trabajo, actuaba al aire libre, aunque, en general, todos los actores, primarios y secundarios, estuvieron a la misma altura, respondiendo así a la intención del director, que aseguraba que el mérito de Electra residía en el trabajo de los actores.

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