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Un renovador en la corte conservadora

Con Roger Fry y Herbert Read, Roland Penrose fue uno de los pilares en los que se apoyó el arte de vanguardia para imponerse en el conservador mundo británico. Nacido el 14 de octubre de 1900 hijo de un pintor victoriano de credo cuáquero, Roland Penrose, en realidad, hizo de su propia vida una aventura de exploración en pos de las manifestaciones más comprometidas del arte de nuestro siglo.Poeta, pintor, crítico y coleccionista, es difícil encontrar otro ejemplo más completo y afortunado de apasionada entrega a un tema al que, no obstante, ni el puritano ambiente familiar ni el cultura¡ de su país favorecían entonces en absoluto.

Burlar el cerco

¿Cómo logró burlar este cerco, amarrado a sólidas tradiciones y suspicaz, por principio, ante cualquier novedad continental? Para entenderlo, habría que recurrir paradójicamente a esas otras cualidades románticas, típicas también del mejor espíritu británico: individualismo y amor a la aventura. Penro se, por de pronto, perteneció a esa generación que vio demolerse los ideales victorianos a causa de la terrible experiencia de la primera guerra mundial.

Más información
Falleció el crítico británico Roland Penrose, impulsor del superrealismo y de las artes de vanguardia en Europa

Cuando ingresó en el prestigioso Queen College, de Cambridge, ya brillaban allí, con la aureola de los ídolos intelectuales, algunos de los protagonistas del famoso grupo de Bloomsbury, dedicados a provocar destructivamente en todos los campos las estrictas convenciones, ideas y gustos del victorianismo residual. El joven Penrose miraba con simpatía la originalidad y el desenfado de este nuevo estilo intelectual de los años veinte.

París, España

La relación intensa de Penrose con el mundo d el arte de vanguardia no tiene, sin embargo, el cauce adecuado hasta que se instala en París en 1922, pues allí estaba por aquel entonces, de forma indiscutible, el eje principal de la renovación artística. En París, Penrose comenzó a frecuentar inmediatamente a los creadores de vanguardia, y, entre ellos, traba especial amistad con Yanko Varda, Man Ray, Braque, Kisling y Max Ernst, este último responsable capital de la posterior vinculación del inquieto joven británico con el naciente superrealismo. Casado en primeras nupcias con la poetisa francesa Valentine Boué, Penrose acabó participando directamente en las filas de la vanguardia francesa, especialmente dentro de los radicales círculos superrealistas, a los que conectó con Inglaterra, promocionando la histórica exposición que este grupo celebró en Londres en el verano de 1936.

Separado de su primera esposa, Penrose tuvo un segundo, muy bello y definitivo romance con la fotógrafa norteamericana Lee Miller, discípula y modelo de Man Ray, a la que dedicó uno de sus más poéticos libros, El camino es más ancho que largo, crónica del viaje que ambos realizaron juntos por los países balcánicos. Instalado, tras la segunda guerra mundial, en Inglaterra, Penrose se dedicó a la promoción del arte de vanguardia, sobre el cual había reunido ya una de las mejores colecciones privadas del mundo, mediante conferencias, escritos, exposiciones e iniciativas tan relevantes como la fundación del Institute of Contemporary Arts de Londres, espina dorsal de la vanguardia británica de posguerra.

España y los artistas españoles ocuparon un papel muy importante en la vida de Roland Penrose, que fue amigo íntimo de Picasso, sobre el que escribió una de las mejores monografías entre las múltiples dedicadas al genial artista.

Roland Penrose estuvo en Barcelona durante la guerra civil y conservó un amor especial por Cataluña, siempre correspondido por sus amigos catalanes, que le montaron una magnífica exposición en la Fundación Miró y le publicaron su hermosa autobiografía, titula da 80 años de superrealismo. Escribió asimismo dos excelentes estudios sobre Joan Miró y Antoni Tápies, una prueba más de esta cordial compenetración y el último capítulo de su autobiografía estaba dedicado a Barcelona.

Por su amistad con Picasso, Penrose logró que el cuadro Guernica fuera expuesto en Ingleterra antes de su definitiva instalación en Nueva York.

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