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China y el Reino Unido discuten las garantías para la supervivencia financiera de Hong Kong!

Soledad Gallego-Díaz

China y el Reino Unido iniciaron ayer en Pekín la novena sesión de negociaciones sobre la situación jurídica que el Gobierno chino concederá a Hong Kong a partir de 1997, fecha en la que recuperará la soberanía sobre la colonia británica, y sobre las garantías para la supervivencia financiera de la colonia británica.Una vez superada la polémica sobre si el Reino Unido está obligado a devolver todo el territorio o sólo una parte de él, las negociaciones se centran en las medidas concretas destinadas a garantizar a Hong Kong su supervivencia como tercer centro financiero del mundo, pese a depender formalmente de un Gobierno comunista.

Pekín ha prometido repetidas veces respetar las características de la colonia, entre otros motivos porque saca sus propios beneficios de este enclave capitalista.

Las autoridades chinas han logrado, al parecer, que Londres admita su postura sobre la soberanía. Ahora tienen que lograr convencer a los británicos de que las medidas que prometen serán eficaces y suficientes para permitir la "prosperidad y estabilidad" de Hong Kong. En esta fase de la negociación Londres puede jugar más fuerte porque Pekín necesita poder presentar un proyecto aceptado por el Reino Unido, a fin de evitar movimientos de pánico financiero que pongan en peligro la vida económica de la colonia.

Pese a que las negociaciones son secretas, fuentes oficiosas afirman que el principal problema no son las medidas concretas que ofrece Pekín, sino la garantía de que serán respetadas. China ha prometido hasta el momento otorgar a Hong Kong una situación administrativa completamente independiente, de forma que no quede incluida en la provincia vecina de Guangdong.

Asegura también que los habitantes de la colonia (5,3 millones de habitantes) podrán seguir eligiendo de forma democrática a sus representantes y podrán conservar sin problemas propiedades y cuentas corrientes.

Sin embargo, el Gobierno británico estima que la situación política china es muy fluida y que son necesarias garantías formales de que el proceso será respetado por largo tiempo después de 1997, suceda lo que suceda en Pekín. Este sería el punto sobre el que no existe por el momento acuerdo.

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China desea presentar ante la opinión pública internacional un proyecto de acuerdo antes del próximo mes de septiembre y presiona fuertemente a Londres para imprimir un mayor ritmo a las negociaciones.

El Gobierno chino ya anunció en otra ocasión que si las negociaciones que empezaron a desarrollarse en julio de 1983 no logran ningún resultado para septiembre, Pekín haría públicas, de forma unilateral, sus decisiones sobre el futuro estatuto de la colonia.

Según algunos observadores, Pekín teme que el Reino Unido aproveche los próximos meses para conceder a los habitantes de la colonia mecanismos democráticos que antes les había negado y que Pekín se podría ver obligado a heredar.

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