Lirismo ingenuo
Después de cuatro años sin pisar los escenarios madrileños, volvieron Lole y Manuel con su particularísima forma de entender el flamenco. Salieron a escena con su característico aire de pareja bien avenida, envueltos en galas entre hippies y raciales: ella de tiros negros y largos, mantón violeta y melena suelta; él con camisa de raso rojo y barba de siete leguas.Abrieron Lole y Manuel por bulerías cariñosas con el Romero verde. Continuando con un repertorio corto basado en los temas ya editados en sus discos y con la cita indispensable a la faraona del cante árabe Om Kalsourn. Tras recordar a su hija Alba con unas alegrías, estrenaron tan solo dos canciones nuevas: Mañana blanca, y Desde Córdoba a Sevilla.
Lole y Manuel
Concierto flamenco. Discoteca Niza Palace. Madrid, 10 de febrero.
Lole y Manuel siguen conservando el encanto y la pureza en la voz de Lole y permanecen apegados al bucólico paisaje de sus comienzos. Textos que hablan de flores, pájaros, ríos, mariposas y colores, en un tono tan elemental que no permiten entrarle al cante con la debida hondura. Un lirismo poslorquiano, exacerbado y etéreo que gozó en su momento de los atractivos de lo naïf y que en el presente se extravía irremisiblemente al penetrar en el mundo de su propia gente: los gitanos.
El quehacer de Lole y Manuel pide aires de renovación y profundidad.