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Kohl cree que la Unión Soviética está dispuesta a revisar su decisión de abandonar las negociaciones sobre euromisiles

El canciller de la República Federal de Aleemana (RFA), el democristianao Helmut Kohl, anunció ayer en Bonn que el pasado fin de semana recibió una carta del secretario general del Partido Comunista de la Unión Soviética, Yuri Andropov, en la que le comunica que "no considera irreversible" la situación derivada de la llegada a Europa de los primeros euromisiles.

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Kohl explicó que Andropov critica en su escrito la decisión del Parlamento federal alemán (Bundestag) favorable al estacionamiento de los misiles, pero la afirmación de que la situación "no es irreversible" permite, según el canciller de la RFA, llegar a la conclusión de que "la Unión Soviética es consciente de las obligaciones derivadas del Tratado de No Proliferación Nuclear. Yo creo que esto es expresión de una disposición de principio para revisar, y rectificar en su caso, la decisión unilateral de ruptura de las negociaciones".Para apoyar su optimismo, Kohl argumentó que hoy vuelven a entrevistarse en Ginebra los negociadores de las conversaciones START sobre reducción de armas estratégicas; que el 17 de enero comienza en Estocolmo la Conferencia de Desarme en Europa; que en Viena continúan, las negociaciones de desarme convencional en Centroeuropa (MBFR), y, finalmente, que habido éxito de las recientes negociaciones económicas entre la RFA y la Unión Soviética en Moscú.

"En una palabra", dijo Kohl, "el diálogo Este-Oeste continuará". El canciller alemán también considera que abona el optimismo "el eco que ha producido en el Pacto de Varsovia la decisión de desplegar". Kohl citó los análisis de Prensa y mencionó algunos pasajes del periódico soviético Pravda, que considera, sirven de apoyo a su postura. El pasaje del órgano del partido comunista soviético comentado por Kohl dice que en el mundo actual no hay ni una situación de guerra fatalmente inevitable ni obstáculos insuperables.

Desde Berlín Este también llegan señales que expresan el interés por limitar los daños derivados del estacionamiento de los misiles. Kohl confirmó ayer la existencia de sondeos por parte de la RDA para conseguir un nuevo crédito de 1.000 rnillones de marcos. Dentro de esta misma política de limitación de daños hay que considerar los resultados de las negociaciones económicas entre la RFA y la Unión Soviética. Los países del Este atraviesan una dificil situación económica y necesitan mantener el intercambio comercial y económico con Occidente, especialmente con la RFA. Sobre esta base construye Kohl su tesis de que la tensión podrá reducirse y llega, incluso, a aventurar que Moscú puede revisar su decisión de abandonar la mesa negociadora en Ginebra.

En este punto existen dudas, porque en Bonn se decía ayer que la carta recibida por. Kohl puede ser la misma que recibió el primer ministro italiano, Bettino Craxi, que se consideró en Italia como amenazadora. El Gobierno de Bonn no publicará la carta de Andropov y las interpretaciones se basan sobre las declaraciones efectuadas ayer por Kohl en la conferencia de prensa. No falta quien maliciosamente recuerda la revelación hecha por Kohl hace 10 días de que Moscú estaba dispuesto a aceptar una fórmula de compromiso en Ginebra, sin incluir los arsenales atómicos de Francia y el Reino Unido.

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Para tranquilizar a la propia opinión pública, a Kohl le conviene difundir optimismo y tratar de anular la psicosis de apocalipsis provocada por la discusión sobre los euromisiles. En esta estrategia política, Kohl va a recurrir a las armas tradicionalmente empleadas por el Gobierno precedente: reducir la tensión a base de fomentar la interdependencia económica entre el Este y el Oeste.

El primer ministro belga, Wilfried Martens, también recibió, el pasado jueves, una carta de Andropov. En ella el número uno soviético le hacía saber que el Kremlin estaría dispuesto a considerar su actitud si la Alianza Atlántica revisaba la suya de desplegar. los euromisiles.

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