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Reagan promete ayuda al regimen militar de Corea del Sur si le ataca su vecino del norte

El presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan, aseguró ayer a los surcoreanos que él les defenderá si son atacados, al tiempo que aseguró que Corea del Norte se está preparando para la guerra. Reagan llegó incluso a prometer que incrementaría la capacidad militar de los 40.000 soldados norteamericanos estacionados en Corea del Sur, si ello fuera necesario, para enfrentarse a cualquier amenaza del vecino del Norte.

ENVIADO ESPECIAL, En un momento de gran tensión entre Corea del Norte y Corea del, Sur, el presidente norteamericano visitará hoy la zona desmilitarizada que divide la península coreana desde la guerra de 1953. La estancia de Reagan en Seúl coincide con la declaración de estado de alerta para las tropas surcoreanas, la advertencia de Radio Corea del Norte de que Reagan no saldrá vivo y la detención de decenas de personas en Corea del Sur por protestar contra el simbolismo de apoyo político que la visita de Reagan concede a la dictadura militar del presidente Chun Doo Hwan.Rodeada de impresionantes medidas de seguridad, con un despliegue de unos 100.000 policías, la comitiva de Reagan y sus acompafiantes fue escoltada desde el aeropuerto de Kimpo hasta el Parlamento surcoreano por centenares de miles de personas con pancartas de Bien venidos Ron y Nancy y Estados Unidos y Corea del Sur, defensores de la libertad. A pesar de la oposición al régimen del general Chun, el sentimiento popular en Corea del Sur es que Washington ofrece suficientes garantías de defensa ante el Gobierno comunista de Corea del Norte.

"Pueblo de Corea, no estás solo; América es vuestro amigo y está con vosotros", dijo Reagan ante la Asamblea Nacional surcoreana durante un discurso de menos de media hora, interrumpido 23 veces por aplausos. Reagan denuncié, la "agresión brutal de Corea del Norte" con el atentado en Rangún (Birmania), que el pasado 9 de octubre costó la vida a 17 personas, entre ellas varios ministros del Gobierno surcoreano.

La emoción popular en Corea del Sur por el atentado de Rangún, al mes y medio de haber sido, derribado en territorio de la URSS un avión de las líneas aéreas surcoreanas, con un saldo de 269 víctimas, da un significado simbólico a la llegada del presidente norteamericano a Seúl.

600.000 soldados

Definiendo a Corea del Norte como "uno de los, regímenes políticos más reprevisos del mundo", el presidente Reagan recordó a los surcoreanos que "hoy, en tiempo de paz, estamos juntos, como lo estaremos en tiempo de guerra".EE UU cuenta con 40.000 soldados en Corea del Sur, junto a la VII Flota en aguas próximas, para apoyar a los 600.000 hombres del Ejército surcoreano. Hoy, durante dos horas, Reagan visitará la zona desmilitarizada, en el célebre paralelo 38, que divide las dos Coreas. Reagan denunció en el Parlamento la política de agresión del régimen de Corea del Norte, con la construcción de túneles destinados a una invasión de la parte sur de la península surcoreana.

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Sin embargo, en un gesto de conciliación, Reagan citó la necesidad de que haya un diálogo entre las "dos Coreas" y que Corea del Norte participe en los programas conjuntos de televisión, destinados a reunificar a las familias separadas desde la guerra de principios de la década de los cincuenta.

Además del significado de solidaridad estadounidense con el Gobierno de Seúl, la estancia de tres días de Reagan en Corea del Sur tiene un valor de apoyo al Gobierno militar de Chun Doo Hwan, punto que denuncia el líder de la oposición coreana Kim Yung Sam, recordando que, si la Administración Reagan invadió Granada para restablecer la libertad y la democracia, debería hacer un gesto político hacia los mismos ideales para Corea del Sur. Reagan aludió vagamente a la temática de los derechos humanos durante su discurso en la Asamblea, apoyando el programa del presidente Chun, que promete elecciones para 1988, fecha en que Corea del Sur será sede de los Juegos Olímpicos.

A pesar de que la gira de Reagan por Tokio y Seúl es definida por la agencia de prensa norcoreana como la Éormación de una alianza militar tripartita entre EE UU, Japón y Corea del Sur, Seúl no ha pedido que Washington envíe más tropas a Corea. Los portavoces de la Administración Reagan que acompafian al presidente también son evasivos a la hora de concretar si EE UU enviará más soldados en caso de guerra entre las dos Coreas.

Pero la mejor definición del momento la dio quizás el secretario de Estado norteamericano, George Shultz, al comentar que, "frente a la estrategia de máxima tensión creada por Corea del Norte, el presidente Reagan se mantiene frío y no es hombre que se deje intimidar".

Ronald Reagan regresará mañana a Washington.

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