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El galardón literario de la Academia Sueca

Un escritor de tiempo libre y de diversa fortuna

William Gerald Golding, de 72 años, fue, a lo largo de 30 años, antes de que El señor de las moscas fuese publicado y se convirtiera en un éxito de ventas -se han vendido 4.500.000 ejemplares en todo el mundo-, un escritor en tiempo libre que gozó de poca fortuna. Pero con el éxito de Lord of the flies y la aparición subsiguiente de tres novelas más -Los herederos, Martín el náufrago y Caída inexorable - se convirtió en un sólido valor de la literatura anglosajona.

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El último premio Nobel de Literatura nació el 19 de septiembre de 1911 en St. Columb Minor, un pueblo cercano a Cornualles (Gran Bretaña), en el seno de una familia tradicionalmente entregada a la enseñanza. Su padre, especialmente, fue un gran maestro; su madre, una mujer hondamente involucrada con el movimiento sufragista.Golding ingresóa los 18 años en el Brasenose College, de Oxford, en donde, al principio, siguiendo los deseos de sus padres, eligió la rama de Ciencias. Sin embargo, dos años después prefirió especializarse en inglés, y ello le sirvió para descubrir la literatura anglosajona.

Las influencias en su obra, como confesaría años más tarde, hay que buscarlas en Eurípides y en la narración estoico-épica anglosajona The Battle of Maldon.

Dedicado a la enseñanza, para ganarse la vida, y a la literatura en sus horas libres, escribió, dirigió y hasta actuó para un pequeño teatro marginal londinense. Su primer libro, Poems, no obtuvo la menor aceptación, y él mismo reconoce que es una suerte que se hayan perdido todos los ejemplares. Ello ocurrió en 1934, seis años antes de que se alistara en la Royal Navy. Pasó prácticamente todo el tiempo de la segunda guerra mundial en alta mar, y al final de la contienda poseía el grado de teniente, al mando de un escuadrón de lanchas de ataque. Se ganó fama de feroz, pero él asegura que ello se debió al hecho de que un irreprimible tic nervioso le deformaba el rostro en los momentos de máxima tensión.

La guerra le sirvió por lo menos para dos cosas: estudió griego durante las largas esperas y adquirió un profundo pesimismo acerca de la naturaleza humana, pesimismo que estaría presente, posteriormente, en toda su obra. "Allí empecé a ver lo que la gente es capaz de hacer". Reincorporado a la vida civil, siguió enseñando y escribiendo en sus ratos de ocio, lo que dio como fruto tres novelas que nadie quiso publicar, y de las que él mismo reniega. Tras esos fracasos decidió escribir sólo para él mismo: el resultado fue El señor de las moscas, publicada en Gran Bretaña en 1954 y, muy posteriormente, editada en España por Alianza Editorial e incluida en el volumen William Golding, obras escogidas, de Aguilar. Edicions 62 publicó en 1966 una cuidada traducción al catalán, a cargo del escritor Manuel de Pedrolo.

A esta novela, que le dio nombre y fortuna, siguieron Los herederos, Martín el náufrago (editorial Magisterio Español), The Brass Butterfly -su única pieza teatral-, Caída inexorable, La espiral, El dios Escorpión (Alianza Editorial), Oscuridad visible, La pirámide (Lumen) y la que hasta el momento es su última obra publicada, Ritos de paso (Alianza Editorial), escrita en 1980.

William Golding contrajo matrimonio en 1939 con Ann Brookfield, química analista, y tiene dos hijos, David y Judith. Es un hombre de hermoso aspecto, suave y barbado, a quien sus amigos describen como "un astuto e ingenioso vikingo". Él dice de sí mismo que es "tímido, cortés y de tajantes respuestas".

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