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Las sanciones de Canadá son las que más preocupan a la Unión Soviética

El boicoteo decretado por algunos países occidentales contra los vuelos comerciales con destino u origen en la Unión Soviética tendrá muy escasas repercusiones, afectando casi exclusivamente a los pocos turistas que en las dos próximas semanas pensaban visitar la URSS o a las pequeñas colonias extranjeras de Moscú, según coinciden en afirmar los representantes de las compañías aéreas que enlazan las capitales europeas con esta ciudad.La única medida que puede afectar a los soviéticos es la sanción promulgada por el Gobierno canadiense -que fue la primera represalia que se dictó contra la URSS después del sangriento incidente del jumbo surcoreano-, que prohibió, durante 60 días, que los aviones de Aeroflot aterrizaran o repostaran en sus aeropuertos.

Precisamente, es el aeropuerto canadiense de Gander el que Aeroflot utiliza como escala técnica en la mayor parte de sus líneas a Centroamérica y el Caribe. Ahora, los aviones comerciales soviéticos con destino a La Habana, México, Managua o Lima tendrán que buscar escalas alternativas, cosa que se complicó aún más anoche, cuando Portugal prohibió a Aeroflot tomar tierra en Lisboa, cosa que hacía dos veces por semana, camino de Cuba.

Especialmente afectados quedarán los vuelos con La Habana, que mantienen una línea de vital importancia, dada la influencia soviética en la isla caribeña, cuya economía depende tanto de Móscú. Como alternativa, Aeroflot podría ahora utilizar aeropuertos de África occidental, cosa que ya hacía en el vuelo recientemente estrenado con Buenos Aires.

En lo que respecta a España, la negativa de los pilotos españoles de viajar a Moscú durante dos meses coincide, precisamente, con un momento en el que la compañía Iberia había decidido ya -por razones económicas- suspender su vuelo semanal a la URSS desde principios de noviembre hasta finales de marzo. Iberia estaba estudiando también la posibilidad de acabar con esta línea, que sólo reporta grandes pérdidas.

Valijas diplomáticas

Durante las dos semanas que los aviones de Aeroflot dejarán de aterrizar en España, sólo se sentirán afectadas las minúsculas colonias soviética en Madrid y española en Moscú, así como las embajadas de ambos países, que tendrán que buscar otros caminos para enviar sus valijas diplomáticas. Lo mismo sucederá con las demás naciones que participen en el boicoteo.Algunos de los turistas que tenían previsto viajar a la URSS tendrán también que cambiar sus planes, si bien la sanción contra la Unión Soviética viene a producirse, precisamente, cuando comienza la baja temporada.

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En lo que respecta a España, el plante de los pilotos españoles afectará a los cambios de las tripulaciones de los pesqueros soviéticos que hacen escala en las islas Canarias, que regresan a su país,principalmente, en vuelos de Aeroflot y charters de Aviaco. Hoy, precisamente, saldrá de Canarias uno de estos vuelos especiales, que será, muy probablemente, el último que una compañía española haga a la URSS en varios meses.

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