Los toros de Cuadri Vides corrieron por primera vez un encierro

Los toros de Celestino Cuadri Vides, de Huelva, ganadería esta que por primera vez tomaba ayer parte en el encierro, invirtieron un tiempo superior al de días anteriores, y ello fue debido a que una de las reses quedó descolgada del resto de la manada, estando durante un tiempo en el ruedo, sin decidirse a entrar en los corrales de la plaza.En total, los toros cubrieren los casi 900 metros que separan los corralillos de fa Cuesta de Santo Domingo de los de la plaza en tres minutos y 32 segundos.

Todo el trayecto fue encabezado perfectamente por los mansos, La manada fue siempre muy abierta, lo que permitió que los mozos pudiesen correr limpiamente delante de los toros y, sobre todo, sin muchos problemas. Los toros iban bien arropados por los cabestros y no lanzaron en ningún momento de su carrera derrotes a derecha o izquierda. Sin embargo, un toro se quedó descolgado del resto de la manada al caer en la curva de Mercaderes, lo que propició algunos sustos entre los corredores, aunque, no obstante, no originó ocasiones de peligro, limitándose únicamente a correr por el centro de la calzada.

La entrada a la plaza fue muy limpia y bonita, con los corredores abriéndose muy bien en abanico, dejando paso a las reses, que entraron directamente a los corrales. No sucedió así con el animal rezagado, ya que anduvo por el coso sin decidirse a seguir a sus compañeros, lo que al final hizo tras la labor de los dobladores. Curiosamente, fue uno de los dobladores, Jesús Gracia, quien resultó contusionado al sufrir una luxación de clavícula tras ser empujado por un manso.

Final de fiesta

Los sanfermines-83 llegan hoy, por otra parte, a su fin con el temido -y fatídico- pobre de mí a partir de las 24.00 horas, que este año tendrá por escenarios las plazas del Ayuntamiento y del Castillo. Una vela encendida será el mudo testigo del final de la fiesta, que, tras ocho días de ininterrumpida juerga y alegría, se acaba al tiempo que se entona el pobre de mí.

Atrás queda una semana. de locura, con un asfixiante calor, y donde todos los días, pero sobre todo el sábado y el domingo, era prácticamente imposible dar un solo paso. Bares, verbenas, espectáculos y la calle estuvieron a rebosar. Pamplona, a partir de las 24.00 horas de hoy, dejará de ser una ciudad festiva, alegre y un poco ácrata, para volver a la rutina habitual. Aunque, eso sí, los pamploneses estarán pensando en que ya falta menos para los sanfermines-84.