_
_
_
_

París no celebrará la exposición del bicentenario de la Revolución Francesa

La Exposición Universal de 1989, que debía organizar Francia, en París, para celebrar el bicentenario de la Revolución Francesa, no tendrá lugar. El presidente de la República, François Mitterrand, ha tomado esa decisión a causa de las dificultades y obstáculos que oponía el alcalde de París, Jacques Chirac.El proyecto surgió de Marcel Dassault, el célebre constructor de aviones y decano de la Asamblea nacional, cuando se abrió la sesión otoñal del hemiciclo, hace más de dos años. Medio en serio medio en broma, arrolladas sus palabras por torrentes de aplausos, risas o movimientos de hombros dijo que, para salir de la crisis económica, lo que hacía falta era organizar una exposición universal en París.

Más tarde, Mitterrand le secuestró el proyecto y lo puso en marcha de acuerdo con el alcalde de París, Jacques Chirac, y con el presidente del Consejo de la Región Parisiense, Michel Giraud (también del partido chiraquista, RPR), puso en marcha la organización de la exposición universal que con memoraría los bicentenarios de la Revolución Frances a y de los derechos humanos.

A pesar del acuerdo de principio de Chírac, la evolución de los preparativos complicó crecientemente el problema debido a las visiones o actuaciones divergentes de los dos enemigos políticos, Mitterrand y Chirac.

Anteayer, por fin, el alcalde de París, oficialmente, anunció que no se reunían las condiciones para la celebracion de la exposición. Y, esto, por varias razones: la vida de los parisienses y la actividad de la región serían perturbadas gravemente por los trabajos preparatorios. La situación de crisis económica no aconseja este gasto gigantesco. Pero, a pesar de todo, Chirac proponía la celebración en las cercanías de la capital, en Marne la Valée, concretamente.

Y Mitterrand, ayer, dijo "basta". En un comunicado público .anunció que, al no haber acuerdo de los participantes (Estado, Villa de París, Región Parisiense), "la exposición no se celebrará".

Si los adversarios de Chirac denuncian su actuación como sosppechosa políticamente, sus partidarios creen entender que el golpe bajo es de Mitterrand, "que a la vista de las dificultades económicas para los trabajos que fuerza la exposición, ahora, ha hecho mutis sirviéndose de Chirac.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_