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Los navarros conquistan Albania

Alfonso Ungría termina en los pinares de Valsaín (Segovia) el rodaje de una epopeya del siglo XIV

Las secuencias más espectaculares y caras de La conquista de Albania, última película de Alfonso Ungría, sobre la historia de una expedición de navarros que conquistaron Albania en 1370, se han rodado esta semana en una pradera del Patrimonio Nacional, en el lugar denominado Los Asientos, entre la carretera de Segovia y el puente Los Canales. Era el sitio idóneo para reunir a 200 personas, entre miembros del equipo técnico y artístico, especialistas y figurantes, extras que habían llegado desde Madrid, Segovia y La Granja. Junto a ellos, 30 caballos programados para realizar 20 caídas de distinta espectacularidad y los camiones de vestuario de época, con cascos, arcos, lanzas, pendones, pieles, cueros y barbas.Durante esta semana se han rodado las escenas de la batalla final entre navarros y albaneses, en una conquista ocurrida en el siglo XIV. Los dos últimos meses han recorrido Las Bárdenas, Baztán, Motrico y Tudela, escenarios donde transcurre esta historia "medieval y mediterránea" de la compañía navarra reclutada para conquistar Albania, que pertenecía a Juana de Arijou, sobrina de los reyes de Nápoles, casada con Luis de Beaumont, virrey de Navarra.

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El rodaje del pasado miércoles duró ocho horas, hasta que la lluvia recuperó la quietud del paisaje. Para el metraje de la película significará un minuto, según el director Alfonso Ungría. El espectador no verá en 60 segundos la lucha de la churrería contra el viento, la paciente espera de la salida del sol, las caídas de los caballeros, la paciencia de los extras, las pruebas de efectos especiales, los juegos de los hijos del director, los ruegos de no tirar papeles en la hierba y los aplausos de unos colegiales excursionistas.

La batalla

La planificación y la seguridad son los requisitos básicos de las secuencias de acción, según Carlos Gil, ayudante de dirección, que se ha incorporado a la película para las secuencias de la batalla. Es un especialista que trabaja habitualmente en el extranjero, en especial con cincastas norteamericanos o en las grandes coproducciones. En los últimos meses ha participado en el rodaje de las nuevas historias de Indiana Jones y James Bond, antes de meterse en la aventura de un grupo de navarros que conquistaron Albania y algunos de ellos siguieron hasta Grecia. A través de su megáfono llegan incansables las órdenes de los preparativos, sin olvidar alertar al personal sobre las costumbres de los caballos y la salida de cuadro de algunos turistas con motos y perros.Alfonso Ungría (Madrid, 1946), director de La conquista de Albania, autor de El hombre oculto, Tirarse al monte, Gulliver y Soldados, vuelve a la pantalla grande tras los dos años de dedicación a la serie de Cervantes para Televisión Española, donde es "trabajador fijo". Su mayor pasión es estar cerca de las cámaras, y ya sólo son recuerdo sus primeros trabajos experimentales. El rodaje de un día de esta semana puede llegar a dos millones de pesetas, el presupuesto de su primera película. Confiesa que con dos millones haces una película intelectual y culta o no haces nada.

Crónica y aventura

"Aunque La conquista de Albania es una película de acción, de aventuras, lleva dentro una historia muy eterna, que es lo que más me gusta, ya que se habla de temas de siempre, como el amor, el odio, la envidia, donde los ideales pueden transformar la realidad", dice Ungría ante las imágenes de una crónica y epopeya del siglo XIV, cuya veracidad histórica ha sido documentada por la escritora Arantza Urretavizcaya, material base para los guionistas Ángel Amigo, también productor, y Alfonso Ungría. Los principales personajes históricos son Luis de Beaumont (Xabier Elorriaga), Juana de Anjola (Klara Badiola) y Pedro Lasaga (José María Muñoz). Junto a ellos, Walter Vidarte y Eñaut Urrestarazu, como duro militar y niño árabe navarro que narra la historia."No va a ser una película histórica en sentido estricto, ya que tiene elementos de ficción sobre hechos reales, con unos personajes históricos a los que no se les puede aplicar un psicologismo de hoy. Es también la historia de una amistad. El aspecto dramático de los personajes tiene más entidad que en otro tipo de película española de aventuras. También aparecen aspectos muy medievales, como las motivaciones de la nobleza y la actitud del pueblo llano".

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