_
_
_
_

Lázaro Carreter invita a trabajar juntos a lingüistas y semiólogos

El lingüista y académico español Fernando Lázaro Carreter defendió ayer en la sesión plenaria del Congreso Internacional de Semiótica e Hispanismo que se clausura hoy en Madrid la necesidad de que lingüistas y semiólogos colaboren en la explicación de todas las relaciones que se establecen entre el autor de un texto, el propio texto y el lector.Un día antes de que concluya el congreso se ha llegado al acuerdo de constituir una Asociación Española de Semiótica que participará en los trabajos de la asociación internacional que ya existe.

El secretario general del congreso, el catedrático Miguel Angel Garrido Gallardo, ha explicado que el congreso respeta estas iniciativas pero no está implicado en ellas. "Creernos haber logrado hacer de esta convención un marco plural de encuentro de varias tendencias, aunque se han reunido, sobre todo, filólogos (la mayoría) que trabajan con métodos semiológicos".

En su ponencia El poema lírico como signo, presentada ante cerca de 400 personas que participan en el congreso, Lázaro Carreter criticó a los semiólogos "que sólo se ocupan en el análisis de una obra literaria del diálogo texto-lector, mientras que relegan al vacío del no análisis al autor- de dicha obra".

Este destierro a que han sornetido los semiotistas, al autor de la obra poética es negativo o, al menos, incompleto a la hora de entender todos los aspectos que pueden rodear a la oroducción, a la lectura y, en definitiva, a la significación de un texto. Como ejemplo de estas afirmaciones Lázaro Carreter citó el poema de Antonio Machado Anoche cuando dormía/soñé bendita ilusión..., y dijo que no podía entenderse plenamente la significación de los tres elementos principales que utiliza en este poema -colmena, fuente, sol, en relación con el concepto de Dios, que también cita- sin analizar la evolución del poeta.

Según el lingüista español, que ha compartido la responsabilidad de presentar ponencias generales con especialistas como Todorov, Weinrich, Bettetini o Segre, la entrada de la semiótica en el escenario de los estudios de filología y crítica literaria reforzó el interés por el receptor hasta el punto de producir otra peligrosa polarización: la de convertir al lector en responsable casi exclusivo de la comunicación poética.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_