Un virtuoso de la música
Igor Markevitch nació el 27 de julio de 1912 en Kiev, Rusia, y cuando contaba dos años de edad emigró con su familia a Suiza y allí comenzó los estudios de música. Considerado como un niño prodigio, compuso su primera sinfonía a los once años. Después se fue a París para seguir estudios musicales con Nadlá Boulanger, Riette y Scherchan. Fue el coreógrafo Diaghilev, director de los ballets rusos, quien presentó a Markevitch en los ambientes musicales.Continuó con etapas de creación, componiendo obras como El paraíso perdido, Icaro, y La nueva edad, influenciadas por Stravinsky. Después de 1940, se dedicó exclusivamente a la dirección de orquesta, y llegó a ser titular, simultaneamente, de tres orquestas: La Habana, Montreal y Lamoreaux, de París.
Posteriormente Markevitch fue requerido por las más importantes asociaciones sinfónicas del mundo. El conservatorio de Moscú creó para él una cátedra de dirección de orquesta. Después de haber escrito sus memorias hace dos años, Markevitch publicó una edición corregida y crítica de las sinfonías de Beethoven.