Un marco teatral para 'Canciones y soliloquios', de García Calvo, Prada y Ferlosio
Aunque García Calvo recordara sobre el escenario que, "en poesía, el tema importa poco: la manera lo es todo", habremos de convenir en que el tema fue factor decisivo para llenar el teatro Español y para que el público de la noche del viernes mostrara con su cálido aplauso una clara identificación con quienes ocupaban la escena.Una cosa es la poesía y otra, evidentemente, la poesía hecha espectáculo merced a la mixtura de palabra y música, de declamación y canto, presentada en un marco escénico. Aunque García Calvo haya explicado por escrito y recordara al alzarse el telón que tal espectáculo nacía pobre y sin pretensiones teatrales, habrá que convenir en que no engañar a nadie es insuficiente si se quiere que este experimento sea una empresa artística con cierta proyección.
En la base de Canciones y soliloquios está el texto, y a nadie puede ocultársele la calidad de escritor que hay en Agustín García Calvo, su rico lenguaje -ciertamente atractivo para ser sonorizado (escuchado)-, así como su inteligencia para verter un definido ideario en palabras bellas, sencillas, llenas de sutil ironía y portadoras del don de la comunicabilidad.
Sus canciones, soliloquios y conjuros se dirían hijos de un oficio tan refinadamente culto, que no ha eludido, sino todo lo contrario, la extraordinaria riqueza de la lírica popular. Pero no se ha dado -creo- con la fórmula para que el espectáculo (aceptemos este término) funcione. García Calvo recita, declama, con incuestionable eficacia expresiva, pero sus intervenciones, aun salpicadas entre las de sus compañeros de escena, se revelan un tanto lineales, monótonas.
Chicho Sánchez Ferlosio toca la guitarra ramplonamente y canta sencillamente mal, aunque de él no se espera otra cosa que la que da: tono intencionado, mordaz, para el mensaje literario. En otras palabras, lo suyo es el lema y no la manera. Amancio Prada es un excelente cantante y fino músico: su buen gusto artístico consiguió los únicos momentos del recital en que no nos pesé el marco. Tal heterogeneidad no da, en mi opinión, una suma positiva. Mensaje y forma, tema y manera no funden en el marco teatral.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.