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La invasión israelí de Líbano

La OLP está dispuesta a desarmar a sus milicias a cambio de garantías políticas para los refugiados palestinos

La dirección de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) está dispuesta, según fuentes allegadas al Gobierno libanés, a desarmar a sus 6.000 combatientes en Beirut a cambio de ciertas garantías. Hani el Hassan, consejero político del líder de la OLP, Yasir Arafat, declaró ayer de madrugada, al término de varios encuentros con responsables libaneses, que "la resistencia palestina está dispuesta a negociar todo, e incluso a entregar las armas". "Si Habib quiere salvar Beirut", agregó, "tiene que ofrecer algo a la OLP".

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Por su parte, en la carrera contra reloj que libran los negociadores para evitar la batalla de Beirut, el emisario del presidente norteamericano Ronald Reagan para Oriente Próximo, Philip Habib, ha propuesto un plan en cuatro etapas, tendente a obtener la evacuación de Líbano por las fuerzas de Siria Palestina e Israel y su sustitución por otra multinacional, según in forma la Prensa y la radio estatal libanesas.Concretamente, según la Prensa, el presidente de Líbano, Elía Sarkis, desearía, para evitar un baño de sangre, que el Ejército libanés penetre en la capital y des arme a los palestinos, mientras que los israelíes reabrirían momentáneamente la carretera Beirut-Damasco para "dejar salir a los soldados sirios con sus armas personales", según afirmó el general Rafoul Eytan, jefe del Estado Mayor israelí.

Aunque las declaraciones de Hani el Hassan han suscitado todo tipo de matizaciones por parte de varios dirigentes palestinos, fuentes allegadas al Gobierno libanés indicaron, tras la reunión celebrada entre Yasir Arafat y el primer ministro libanés, Chafic Wazzan, que la OLP aceptaba "redefinir la presencia palestina en Líbano".

La OLP pide, a cambio de su renuncia a una milicia armada, la obtención de un estatuto decente para los 300.000 palestinos residentes en Líbano -sobre un total de 600.000-, que no poseen la nacionalidad libanesa, el mantenimiento de su estructura administrativa y política en Beirut -única capital árabe en la que goza de cierta independencia-, garantías sobre la seguridad fisica de sus dirigentes y la posibilidad de dialogar directamente con Estados Unidos, primer paso hacia su reconocimiento político por la Administración Reagan.

Curiosamente, como recalca el editorialista del diario L'Orient le Jour, tras haber perdido su infraestructura militar, la dirección palestina parece pensar que "su supervivencia política pasa por su inserción en la dinámica de paz norteamericana". De ahí sus esfuerzos por negociar directamente con Estados Unidos y la multiplicación de sus contactos con Egipto.

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En el terreno militar, tras la conquista, el miércoles, por las milicias cristiano-conservadoras de los tres edificios de la Facultad de Ciencias, situada al sur de la capital, continuó el bombardeo cristiano-israelí de posiciones palestinas.

Plan norteamericano de paz

La agencia palestina de información Wafa denunció ayer "la utilización de los derechistas cristianos como carne de caflón por los enemigos israelíes".

El plan de Philip Habib prevé, primero, la retirada israelí de los alrededores del palacio presidencial libanés de Baabda y la formación de un comité de salvación nacional de Líbano, especie de supergobierno, que constituya un interlocutor válido capaz de tomar decisiones, pero sobre cuya composición no logran ponerse de acuerdo las principales fuerzas políticas libanesas.

En segundo lugar, los negociadores discuten. actualmente este punto, el plan norteamericano propone la búsqueda de una solución para acabar pacíficamente con la presencia armada palestina en Beirut a cambio de una retirada militar israelí de la periferia de la capital.

El representante de Reagan sugiere, en terceir lugar, la evacuación de todo Líbano por el Ejército sirio, integrado en la Fuerza Arabe de Disuasión (FAD), a cambio de una retirada parcial del Ejército israelí hasta cuarenta kilómetros de la frontera del Estado hebreo.

El cuarto y último punto del plan Habib estipula que los israelíes abandonen definitivamente Líbano cuando una fuerza multinacional esté en condiciones de sustituirle y que los palestinos hayan sido totalmente desarmados.

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