Jean Françoise Revel: "La etiqueta de izquierda no basta para olvidar los errores"

El Estado megalómano es el título que ha tomado en España el libro de Jean Françoise Revel La grace de l'Etat, un juego entre el estado de gracia de los ganadores de unas elecciones, según el discurso de Mitterand, y la gracia, poca o mucha, del estado en cuestión. El estado megalómano, pues, es un libro sobre y contra los socialistas de Mitterand, tras su triunfo en las elecciones francesas y es, según su autor, "una advertencia al resto de Europa", porque, según él, en Francia se está dando un cambio en el modelo de sociedad. La etiqueta de izquierda, cargada históricamente de sentido ético, "no basta para perdonar los errores que la izquierda ha cometido".

Jean Françoise Revel pasa por ser el hombre de derechas más inteligente de Francia. La suya es casi siempre una prosa brillante, llena de gestos y guiños y presupuestos que le permiten con mucha habilidad dar una serie de saltos sofistas destinados a barrer y avasallar al adversario.Cuando se le pregunta si éste es un libro de circunstancias, dice: "De ninguna manera: este libro responde a una pregunta de tipo general: saber si una sociedad con economía altamente desarrollada industrializada, que ha conseguido alcanzar nada menos que el cuarto puesto en el mundo en cuanto al nivel de vida, con una arraigadatradición pluralista, puede tomar el camino de la estatización de la economía y el dirigismo cultural".

Socialismo no es socialdemocracia

Como está hablando de Mitterand y podría sonar a Lenin, el exdirector de L`Express dice: "Los socialistas quieren acabar con la empresa privada. Lo han dicho y lo están haciendo. El socialismo no es lo mismo que la socialdemocracia. No, no tiene nada qué ver con Felipe González. Yo estoy completamente de acuerdo con el pensamiento de González cuando afirma que la economía de mercado es, de entre todos, el sistema menos malo que existe".Habla de que se ha nacionalizado la banca pero reconoce que casi un 80% estaba nacionalizada ya por el general De Gaulle, y dice que "un período de siete años de mandato es demasiado largo para un presidente que cuenta con tantos poderes como el francés". Cree que "Mitterand se ha beneficiado de los votos contra Giscard, y sobre todo, de la idea de tenerle como presidente siete años más". Una tiene la impresión de que, hábilmente, lleva el terreno de los principios al de la realidad para volverlo contra sus enemigos.

Por ejemplo, asegura, "el marchamo de izquierda ya no basta para ocultar que los paises llamados socialistas no han sido capaces de asgurar el bienestar de sus pueblos y su felicidad. Si uno vuelve los ojos al mundo ve que son precisamente los paises capitalistas los que cuentan con un mayor nivel de vida y también de libertades".

La etiqueta de izquierda

Evidentemente, para salvar Africa y América Latina, por ejemplo, dice que "hay tres tipos de paises: los capitalistas industriales, los socialistas estatalizados y esos paises agricolas y primitivos". Bueno, el tercer mundo, que él coloca fuera del bien y del mal del socialismo y el capitalismo.Está también contra lo que la gente considera como de izquierdas, como progresista. "Se dice en general que Fidel Castro es de izquierdas, y que Suiza tiene un gobierno de derecha, que Albania es progresista y Alemania es un país reaccionario. La etiqueta de iz quierda no basta.

Si uno viniera de otro mundo a observar como vive la gente, la idea sería bien distinta". Incluso, dice, en los paises no desarrollados. "Yo conozco, porque he estado allí, Marruecos y Argelia: los argelinos van a Marruecos a comprar para su mercado negro".

"Y lo mismo entre Kenya y Tanzania. Durante cincuenta años la izquierda europea ha negado el fracaso, que es total y evidente: los paises socialistas no pueden seguir viviendo sin el dinero, la tecnología y hasta los alimentos de los paises capitalistas".