Los fotógrafos reividican la inclusión de sus imagénes en museos de arte contemporáneo

Los profesionales de la fotografía y el público interesado que participaron anteayer en la mesa redonda sobre fotografía, celebrada en la biblioteca del Museo Español de Arte Contemporáneo, de Madrid, dentro de los actos del Festival de Primavera, llegaron a la conclusión de que es un medio de expresión artística y documento social de la realidad, una vez superadas las clásicas discusiones sobre su definición como arte o como técnica. También se discutieron los condicionamientos comerciales y estéticos en las publicaciones y la necesidad de crear un museo propio o una sección en el de Arte Contemporáneo, como es habitual en otros países, para difundir el patrimonio cultural de la imagen.La mesa redonda sobre fotografía estuvo formada por Gabriel Cualladó, Javier Vallhonrrat, Víctor Steimberg, Ouka Lele, José Badía, Manel Esclusa, Pablo Pérez Mínguez y Luis Revenga, que actuó de moderador. No pudieron intervenir Joan Fontcuberta y Albert Schommer, por motivos de trabajo. En la presentación, Luis Revenga lanzó la idea, de acuerdo con el sentir de los profesionales, de la necesidad urgente de que la fotografía tenga en España un museo con esas "imágenes que son patrimonio de todos y fuente de nuestra cultura". El proyecto podría incluirse en una sección de imagen dentro del Museo Español de Arte Contemporáneo, con manifestaciones de cine, vídeo y fotografía. Gran parte de los asistentes valoraron la imagen fotográfica como un documento personal e histórico superior al que proporciona el cine y el vídeo.

Cada uno de los participantes se refirieron a aspectos concretos. Gabriel Cualladó recordó la formación de un grupo en 1957, formado por Masats, Ontañón, Gordillo, Dolcet, Francisco Gómez, Vielba, Camín y Cualladó, partidarios del protagonismo humano y una visión critica de la realidad, en abierta oposición a las muestras de ese momento. Destacó la presencia actual de buenos fotógrafos jóvenes, cuando en el coloquio circularon nombres famosos de las décadas anteriores.

Estética aburrida

La intervención de Víctor Steimberg sobre la fotografía de Prensa suscitó la polémica, al afirmar que "en los últimos diez años la fotografía en los periódicos es aburrida, con una estética común en todas las publicaciones, lo que hace difícil recordar fotos imaginativas; la foto de Prensa o cambia o está a punto de morir". Expuso las diferencias entre el arte de creación y lo característico del documento y la información, con objeto de evitar una contradicción entre la tecnología y el arte, la imaginación y la fantasía frente al testimonio informativo.Javier Vallhonrrat destacó la difícil conciliación en el fotógrafo de moda de conseguir un trabajo personal y al mismo tiempo ser vehículo de la industria de la moda. Manel Esclusa se refirió al especto práctico de la exposición de fotografías y la visión del espectador, en los casos de pequeño formato y murales. "Me vuelvo loca por las buenas fotos", dijo Ouka Lele, en una breve intervención sobre su trabajo en fotografía coloreada y su aversión a las discusiones teóricas y al mundo profesional.

José Badía hizo una apasionada defensa del lenguaje fotográfico propio, con su carga de magia y misterio, "el medio de expresión más idóneo de las señas de identidad de la era contemporánea". Con testimonios históricos y de las artes plásticas, destacó que era un producto de la ciencia y también del romanticismo, "un lenguaje de incertidumbre y tortuoso, que expresa lo ' consciente y lo inconsciente". La razón de¡ encanto de la foto antigua es su identificación con lo mágico y lo real. Pablo Pérez Mínguez se refirió a la necesidad de imprimir marcha a los fotógrafos y que tengan fe en lo que están viendo, "con ojos llenos de sensibilidad y cultura". Destacó la importancia de la presencia del fotógrafo en las manifestaciones de vanguardia, como testimonio del look o imagen de unos grupos y personas para el presente y el futuro.