Los laboristas se niegan a que Reagan dirija la palabra al Parlamento británico
Los laboristas están dispuestos a boicotear la visita, en junio, del presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan, si el Gobierno británico insiste en que dirija la palabra a una sesión conjunta de las Cámaras de los Comunes y de los Lores.El líder laborista Michael Foot ha propuesto "degradar" esta visita y que Reagan pronuncie su discurso ante una simple reunión de parlamentarios, en una sala menos histórica que la prevista. Reagan filtró estos planes en Washington antes de que hubieran sido ultimados en Londres.
Los laboristas están indignados de que el Gobierno no hubiera consultado con la oposición y con el speaker de la Cámara de los Comunes estas medidas para una sesion conjunta, un honor sólo disfrutado, entre los jefes de Estado de la posguerra, por Charles de Gaulle, en 1960.
Michael Foot se entrevistó ayer con la primera ministra británica Margaret Thatcher para exponerle un posible cambio de planes, aprobado la víspera por el gabinete fantasma (los principales portavoces laboristas en el Parlamento).
Los laboristas proponen que Reagan, en vez de pronunciar sus palabras ante una sesión conjunta de ambas Cámaras en la sala llamada Westminster Hall, comparezca ante una nutrida representación parlamentaria en la galería real de la Cámara de los Lores.
Esta galería tiene una menor carga histórica parlamentaria que el Westminster Hall y es la que tradicionalmente utiliza el Gobierno para este género de ocasiones con otros jefes de Estado o de Gobierno.
Esta alternativa no requeriría un levantamiento formal de las sesiones por separado de ambas Cámaras. Michael Foot contestará ahora por escrito a la carta de la primera ministra, que consideraba Westminster Hall como un "Iugar apropiado".
Evidentemente, el Gobierno británico se resistirá a cambiar el programa, evitando así un desaire al presidente de Estados Unidos.
