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SALUD

Autorizada en EE UU la comercialización de una vacuna contra la hepatitis, eficaz en un 92%

Las autoridades sanitarias norteamericanas han autorizado oficialmente el pasado lunes la introducción en el mercado farmacéutico de una vacuna contra la hepatitis B. La vacuna, llamada Heptavax-B, será comercializada en los primeros meses de 1982. El Heptavax-B es la primera vacuna que se fabrica a partir de sangre humana, y ha sido puesta a punto por los laboratorios Merck Sharp and Dobine, de West Point (Pensilvania), siguiendo la línea de investigación descubierta por el doctor Baruch Blumberg en 1964, y que le valió el Nobel de Medicina en 1976.

Un portavoz de la Food and Drug Administration (organismo norteamericano para el control de la alimentación y los medicamentos), el doctor Arthur Hayes, afirmó en una conferencia de Prensa en Washington que esta vacuna podría ser igualmente útil para combatir el cáncer de hígado. «No se trata de un medicamento para curar la hepatitis ya declarada, sino de una auténtica vacuna, y, por tanto, puramente preventiva», añadió Hayes.Esta vacuna necesita para su fabricación de 65 semanas de trabajo de laboratorio, lo que entraña un precio elevado, estimado alrededor de los cien dólares (unas 10.000 pesetas) para las tres dosis de que consta, y que deben ser inoculadas en un plazo de seis meses. La inmunidad producida es de por lo menos cinco años

El Instituto Pasteur, de París, ha comercializado, hace ya uno meses, una vacuna contra la hepatitis B, puesta a punto por e profesor Philippe Maupas, de Tours. Esta vacuna, producida actualmente en pequeña cantidad en Francia, necesita también tres inyecciones, con un mes de intervalo cada una, y una más de afianzamiento un año después.

En Estados Unidos, según el doctor James Maynard, director del Centro Federal de Control de las Enfermedades, 4.000 portadores crónicos del virus de la hepatitis B mueren anualmente por degeneración de la enfermedad en cirrosis. Además, cerca de un millar de norteamericanos acaba y contrayendo un cáncer de hígado, enfermedad no muy corriente y desde luego mucho menos frecuente que otros tipos de cáncer, pero ligada de forma muy estrecha a la hepatitis.

Por su parte, el doctor Saul Krugman, de la Universidad de Nueva York, precisó que sólo un 2‰ a 3‰ de la población norteamericana es portadora del virus de la hepatitis B. En cambio, y este es un dato significativo, un 5% de los homosexuales masculinos es portador de este virus. Todo ello supone que, sólo en Estados Unidos, unos diez millones de personas (de las cuales, siete millones de homosexuales) podrían ser clasificadas como población de «alto riesgo» y, por tanto, susceptibles de ser vacunadas cuanto antes.

Por lo que respecta a España, la incidencia de la hepatitis es de unos 60.000 casos anuales. En nuestro país se estima entre un 1% y un 2% el porcentaje de la población portadora de virus en la sangre.

Tres tipos de hepatitis

Actualmente existen tres tipos de hepatitis: la A, en general benigna y relativamente frecuente; la B, mucho más grave y menos extendida, y un tercer tipo «no A y no B». La hepatitis B se transmite básicamente por contacto con la sangre de algún portador del virus, y por ello se la denominaba en un principio hepatitis sérica. La infección por culpa de una transfusión sanguínea, una inyección o cualquier otro método que ponga en contacto material que pudo contener sangre portadora del virus, ha sido el medio más corriente de propagación de la enfermedad, lo que ha llevado últimamente a la utilización de jeringas para una sola vez y a evitar transfusiones de sangre que no haya sido previamente analizada en cuanto a su posible contenido en virus de hepatitis. Los enfermos que padecen insuficiencia renal, y necesitan por tanto diálisis artificial, son igualmente personas con riesgo de contraer hepatitis.

Otro caso diferente es el de los homosexuales. La hepatitis también se transmite por contagio sexual, y mucho más fácilmente cuando el contacto es de tipo anal, quizá porque es más fácil la producción de pequeños desgarros de la piel, por la que pueden entrar en contacto la sangre portadora de virus y la que no lo es. En España, el porcentaje de portadores de virus alcanza al 10 % de la población homosexual.

Por lo que respecta a la vacuna norteamericana, los ensayos clínicos realizados en los últimos seis años, y que han culminado en la autorización de comercialización por parte de las autoridades sanitarias, han tenido resultado positivo en un 92 % de los casos.

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