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La artesanía de Ibiza ofrece una nueva imagen de la isla

Clausura de una semana cultural sobre la creación artística popular

La VIII Semana Cultural de Ibiza y Formentera, dedicada de forma monográfica a la artesanía, organizada por la Comisión de Cultura del Fomento del Turismo de Ibiza y Formentera, se clausuró el pasado domingo en el convencimiento, por parte de promotores, artesanos y críticos, de que la artesanía ibicenca requiere una mayor proyección como nueva imagen de la isla, sin que la creación vitalista de los artesanos se convierta en un producto industrial.

Del 28 de septiembre al 4 de octubre la VIII Semana Cultural de Ibiza y Formentera ocupó centros culturales y galerías de arte para distribuir el estado actual de la artesanía que se hace en Ibiza agrupar en exposiciones muestras de cerámica, joyería, telas, tapices, cuero, escultura y tallas de madera realizadas por 78 artesanos que trabajan en la isla. La intención de los organizadores era recoger con nulamente la artesanía de las Pitiusas, pero los problemas internos del Ayuntamiento centrista de Formentera impidieron la presencia de sus artesanos.

Estas semanas culturales monográficas, como las dedicadas al cinc, teatro, pintura, infancia y folklore en ediciones anteriores, tienen como objetivo del Fomento del Turismo de Ibiza y Formentera ofrecer un conjunto de actividades con atractivo cultural y turístico. En la presente edición, según Vicente Ribas, presidente de la comisión de cultura, se ofrecía la posibilidad de que el trabajo artesanal dejara de estar marginado. El encuentro pondría las bases para organizar el futuro de la artesanía, mediante aportaciones de medios y actividades, respetando la expresión individual, para su incorporación al movimiento cultural de Ibiza y como una nueva imagen de la ciudad, alimentada por el turismo y la moda adlih.

Las exposiciones de artesanía que seguirán abiertas al público durante la presente semana, agruparon por primera vez el mayor número de los artesanos que trabajan en Ibiza con un total de 78 participantes, el 90% de ellos extranjeros afincados desde hace varios años, en especial latinoamericanos, que han elegido la isla para vivir de su trabajo. En varias biografías, la dedicación artesana coincide con su contacto con Ibiza. En los últimos cinco años, las veinte galerías de arte existentes se habían ocupado de forma esporádica de mostrar piezas de artesanía, lo que equilibraba el predominio de la pintura. Sin que sea posible una estadística, se calcula en unos 150 artesanos residentes en Ibiza la mayor parte del año. El número y la calidad de sus trabajos ha sido una de las primeras sorpresas para los organizadores y el público.

Las galerías y la calle

Las exposiciones colectivas mostraron trabajos de artesanos de San Miguel. San Antonio. Santa Eulalia. San José y San Rafael en diversas galerías de estas localidades, así como otras muestras abiertas en la sala de cultura de Sa Nostra, galería Es Molí, sala Alfredo. Galería 13 (organizada por la asociación de vecinos de Dalt Vila), galería Maloney y en la Casa de la Curia, del Museo Arqueológico de Ibiza, donde exponen 35 artesanos, que en los últimos tres años lo hicieron de forma individual, con la obligación de dejar una pieza para el fondo de un futuro museo o muestra permanente. Entre los colectivos figuran los grupos Arte Metal Orfebres Reunidos (AMOR) y Artaller, con una amplia proyección internacional.

La artesanía presentada en estas exposiciones, resultado de una evolución que comienza con el movimiento hippy de los años sesenta, es la otra cara de la imagen habitual de los puestos callejeros que son asaltados por los turistas. En opinión de Enrique Ramón Fajarnes, secretario general del Fomento del Turismo, «en las calles predomina el vendedor, no el artesano, y en éstos puestos se ofrece bisutería que procede del sureste asiático o de restos de series de grandes almacenes». En la calle Mayor de Ibiza 'el mercadillo se compone de 110 puestos y los mismos vendedores admiten que no llega al 10% los que fabrican sus propios objetos. En la mayoría de los casos empezaron como artesanos y después acabaron vendiendo lo que pedían los turistas. Más carácter artesano tiene el mercadillo hippy de Punta Arabí, cuya actividad se limita también a ¡os meses turísticos.

Propuestas de futuro

En una mesa redonda sobre la artesanía que se hace en Ibiza, los críticos Raúl Chávarri y Daniel Giralt-Miracle y el coleccionista de arte popular Juan Ramírez de Lucas expusieron unos programas para el desarrollo de la artesanía. Raúl Chávarri propuso la creación de un seminario permanente de estudios artesanos, como instrumento de estudio y reflexión para el desarrollo de los artesanos y artistas populares, así como una red de cooperativas artesanas, dentro de un esquema institucional.

Por su parte, Daniel Giralt-Miracle defendió el modelo de cultura artesanal sin esquemas estructurales rígidos, ya que «al organizar mucho la oferta y la producción nos acercamos a lo industrial». Lo artesanal, como punto intermedio entre la creación industrial y el arte, es una creación individual, que exige una selección de los materiales, una autocreatividad y una oferta del producto sin intermediarios. Juan Ramírez de Lucas ofreció un programa para estimular el estudio de la artesanía y el arte popular en cada zona, con el fomento de manifestaciones públicas, su difusión y enseñanza.

Los artesanos participantes en el debate, con una inicial resistencia a las previsibles palabras bonitas de los críticos, mostraron su escepticismo al querer agrupar a los artesanos, así como el peligro de industrialización de lo artesanal al aumentar la demanda. Estuvieron de acuerdo en una mayor promoción en certámenes o ferias, en especial durante el invierno, ya que en los meses turísticos agotan su producción. Tampoco quieren que la artesanía se convierta en un mercado consumidor parecido al de la moda adlih, segunda partida de exportación de la isla, después del turismo, con trescientos millones de pesetas anuales. La moda adlih surgió en 1970, en una manifestación monográfica.

Durante la semana continuó el ciclo de encuentros culturales, donde a lo largo del año han participado Camilo José Cela, Antonio Gala, Juan Luis Cebrián y Joaquín Calvo Sotelo. En días pasados participaron Juan Ramírez de Lucas, con una charla sobre El arte que hace el pueblo. Daniel. Giralt-Miracle, sobre La creación artesana, su filosofía y' su praxis, y Ramón Andrada, consejero delegado del Patrimonio Nacional, sobre El futuro de la arquitectura popular ibicenca donde analizó los prototipos de las viviendas urbanas y rurales y las iglesias.

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