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Alarma internacional por la escalada militar surafricana contra Angola

La República Surafricana reconoció ayer su penetración armada en Angola, que no calificó de invasión, sino de "golpe preventivo contra terroristas". El ataque de la aviación y los blindados surafricanos contra varias localidades angoleñas a doscientos kilómetros de la frontera ha provocado inquietud internacional, especialmente entre los países europeos que median en el conflicto de Namibia. El Ministerio de Defensa angoleño ha denunciado "nuevas incursiones militares, aéreas y terrestres".Mientras Estados Unidos guarda silencio, la Unión Soviética condenó ayer enérgicamente la intervención surafricana en Angola y advirtió que ese país africano está ligado a la URSS por un tratado de cooperación y amistad. La advertencia da a entender que Moscú no permanecerá inactivo si Suráfrica no pone fin a la invasión. La posición soviética quedó expuesta en un comunicado de la agencia Tass que calificaba la invasión como "nuevo reto a la comunídad internacional".

La agencia soviética subrayó que "la envergadura sin precedentes de la agresión tiene como objetivo reprimir a los patriotas namibios en Angola y debilitar al SWAPO para poder imponer una solución neocolonialista a la futura Namibia". La agencia Tass calificó también la acción surafricana de "pirata".

Por su parte, el secretario general de las Naciones Unidas, Kurt Waldheim, decidió ayer suspender sus vacaciones en Austria, su país de origen, y regresará el jueves a Nueva York debido a la invasión surafricana denunciada por Angola.

La República Federal de Alemania -que, junto con Francia, Gran Bretaña, Canadá y Estados Unidos, forma parte del grupo occidental denominado de contacto, que busca una solución pacífica para Namibia- ha condenado en forma enérgica la "inaceptable invasión de Angola".

El Gobierno surafricano está capeando la ofensiva diplomática occidental Con sus reiterados argumentos de que ejerce el derecho de persecución contra los terroristas del SWAPO -el movimiento de liberación de Namibia, territorio ilegalmente ocupado por Surafrica-, que tienen sus bases más seguras en el sur de Angola. El embajador de Pretoria en Londres dijo ayer que el ataque de su país no iba dirigido "ni contra el Ejército ni contra el pueblo de Angola".

Aparte la movilización general decretada por el presidente Dos San tos, el líder angoleño ha enviado mensajes urgentes a Fidel Castro -hay entre 15.000 y 18.000 soldados cubanos en la ex colonia portuguesa- y al presidente de la OUA, el keniata Daniel Arap Moi.

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Las anteriores ofensivas surafricanas en Angola fueron acciones rápidas llevadas a cabo con aviones y helicópteros y contra objetivos bien determinados. Esta vez se trata, sin embargo, de dos columnas blindadas y, de creer las versiones angoleñas, masivas concentraciones de tropas, hasta 45.000 hombres, en la frontera entre Namibia y Angola. Fuentes militares de Pretoria han reconocido que el aeropuerto de Ondangwa, a cincuenta kilómetros de la línea divisoria, en territorio de Namibia, está cerrado al tráfico.

En Lisboa, según informa nuestra corresponsal, Nicole Guardiola, se especulaba ayer con que la nueva estrategia surafricana pretenda cortar definitivamente la ayuda de Luanda al SWAPO y crear una situación de preguerra civil en Angola que desvíe la atención mundial de la situación de Namibia. El plan, que contaría con un tácito visto bueno norteamericano, permitiría al régimen de Pretoria conducir a su modo el proceso independentista del rico desierto mineral que ocupa ilegalmente.

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