José Luis Gómez repone "Informe para una academia" en Burgos
«Es todavía imposible hacer en España un teatro de calidad y, a la vez, popular, accesible.» Esta es la explicación indirecta que daba José Luis Gómez, director y actor, codirector del Centro Dramático Nacional, al hecho de que hubieran asistido en Burgos a la representación de la obra Informe para una academia, sobre texto de Kafka, unas 1.500 personas el pasado jueves. Ayer volvió a representar la misma obra, y la participación del público fue muy similar. A la misma hora que en el claustro del monasterio de San Juan José Luis Gómez «encarnaba esa lucha poética de la división interna que lleva el hombre, esa lucha del hombre contra su propia bestia, contra el mono», en un teatro cercano de la ciudad los veteranos de las tablas, del cante y del espectáculo Juanito Valderrama y Rafael Farina, de la mano de la presentación y dirección artística de Lauren Postigo, que apadrinaba también en el programa de un solo día a Adelfa y Pepe Soto, María Vargas, Manolo Alegrías y Los Africanos, apenas lograban reunir a trescientas personas.
El propio José Luis Gómez se sintió en parte sorprendido por la respuesta del público ante una obra «con un tema difícil y porque en muchas provincias de España no existe interés por el teatro ». Todo esto no es sólo culpa de la constantemente recordada desasistencia de la Administración. «El teatro español», diría José Luis Gómez a EL PAIS, «sólo podrá triunfar, es decir, podrá interesar a amplias capas de la sociedad española, cuando tenga los ingredientes de una gran sensualidad y una buena factura, y que a pesar de la importancia de los temas que trate, nunca se haga aburrido.»
El codirector del Centro Dramático Nacional habló de su propia evoIución desde que estrenó Informe para una academia. «He revisado varias veces esta obra, hasta conseguir que sea humanizada, conmovedora y con una fuerte carga poética. Yo, que había hecho un teatro germánico en cuanto a temas, a partir del montaje de otra obra más reciente, Bodas que fueron famosas del Pingajo y la Fandanga, me encontré con que había seguido un proceso de identificación con la vida normal y sencilla del pensamiento y sentir de muchos españoles.»
«Lo que más me preocupa en mi nueva etapa», añade, «es trabajar por esclarecer el sentido de ser actor. Como el actor debe dejar de ser sólo un profesional, para convertirse en un creador, en un artista, un artista que ponga en el teatro no sólo su cuerpo y las expresiones del mismo, sino también todo su aparato interior y emocional.»
El día 4 se celebró, dentro de esta semana cultural, un recital de folklore castellano, en el que lo más destacado fue la actuación del conjunto Nuevo Mester de Juglaría. Previamente, habían actuado los grupos Orégano y Yesca, de Burgos, y Hierba del Campo, de León. Entre los cerca de los 2.000 asistentes al recital, celebrado también en el monasterio de San Juan, muchos de ellos bailaron la jota castellana cuando Nuevo Mester de Juglaría interpretó fragmentos de Los Comuneros, sobre texto de Luis López Alvarez.
En el marco de la música antigua y clásica debe destacarse el concierto que dio el pasado jueves, en la colegiata de Covarrubias, el organista francés François Chapelet, que tiene una especial predilección justo por el órgano de Covarrubias, a cuyos sonidos le ha sacado ya dos premios internacionales. Interpretó obras de Cabezón, Correa de Arauxo, Bruna, Aguimera, Cabanilles, Andreu y Casanoves. Obras que, junto con otras de Bach, Fiecher y Scheidt, repetirá hoy en un concierto en la misma localidad. Más actos a tener en cuenta: actuación del grupo de música antigua Atrium Musicae, de Madrid; representación teatral de Los muertos, de Max Aub, por la compañía de Alberto González Vergel; un concierto de guitarra de Regino Saínz de la Maza, y todos los actos que comienzan mañana, domingo, con motivo del XIV Encuentro Internacional de Cine.
