El creador de "Mafalda" defiende el cine infantil y juvenil
El dibujante argentino Quino, creador, entre otros personajes, de Mafalda, es miembro del jurado del XVII certamen internacional de cine para la infancia y la juventud de Gijón, inaugurado el domingo por el alcalde socialista de la ciudad asturiana, cuyo Ayuntamiento aporta al certamen millón y medio de pesetas. En las declaraciones efectuadas por Quino hizo una defensa de la importancia del cine infantil.Hasta ahora, el máximo interés en los medios periodísticos asturianos ha sido despertado por Joaquín Lavado-Quino, dibujante argentino creador de Mafalda, que participa como miembro del jurado. Nadie ha conseguido, sin embargo, conocer su versión de las relaciones de dictadura con los escritores y dibujantes en su país. «Sobre este tema, en vez de hablarle yo, mejor se lo imagina usted». Quino vino a Gijón porque le dijeron que es el mejor certamen de cine infantil del mundo.
«Es un tema que me interesa mucho -declaró- y que no se toma en serio. Usted mira las carteleras y casi todas las películas son autorizadas para mayores. Hace falta un cine dedicado específicamente a los niños y los jóvenes, alejado de ese componente subliminal de algunas series como el Mazinger Z, que, en mi opinión, trata de potenciar los avances tecnológicos japoneses.» Mafalda, idea que surgió a partir de un encargo publicitario de una firma de electrodomésticos, no estaba pensada para los niños. «Comencé a publicar las historias en un semanario argentino llamado Primera Plana, pero a los seis meses me marché porque los editores me exigían la entrega del trabajo en exclusiva. Ciertamente, no hice Mafalda para los niños. Las primeras publicaciones se hicieron en periódicos y el destinatario no era el niño. Lo que pasó no me lo explico. Mafalda nació en 1963 y estuve durante diez años seguidos dibujándola, hasta que decidí dejarla un poco de lado y ahora me siento feliz de no haber vuelto a dibujarla. Creo que no volveré a este tema -hay que ser sincero-; ya me estaba repitiendo demasiado. Además prefiero hacer dibujos y chistes para mi público, que es fundamentalmente el universitario. Prefiero el humor sin palabras. Me considero un dibujante surrealista; es lo que mejor hago y lo que más profundamente me sale.»
Otro tema de atracción del pasado domingo en el certamen gijonés fue el estreno de Las aventuras de Pinin y sus amigos, de Antonio Arévalo, basada en el famoso personaje del dibujante asturiano Alfonso Iglesias. Es una película rodada en Asturias y la primera producida por una casa asturiana, Felibat Films. Se trata de una película sin argumento, en la que destaca la música de Benito Lauret, director de la Sinfónica de Asturias.
