Presentación de los Who en directo
A una media hora escasa de tren se encuentra Frejus. Posee uno de los anfiteatros romanos mejor conservados de la zona. Es un pueblo tranquilo y limpio, pero con una característica especial: cada cierto tiempo sus calles se llenan de rockeros, hippies y profesionales liberales en busca de aventuras. Es el pueblo con más conciertos pop de la Costa Azul. En el quisieron hacer su presentación los Who, después de dos años sin actuar y meses más tarde de haber perdido a Keith Moon. Los nuevos Who suenan tan bien como los históricos. Son probablemente uno de los mejores grupos de la actualidad y tienen -en ocasiones- la marcha más endiablada y burra del año. Son Roger Daltrey -pelo rubio, corto, como Lou Reed-, Pete Townshend -el auténtico cerebro del grupo y una de las mentes musicales más enloquecidas-, el bajo John Entwistle -sobrio y eficaz- y el nuevo componente, el batería Kenny Jones, es Small Faces, perfectamente integrado en la música del conjunto. Dos horas largas de música y ritmo, 8.000 personas en cada concierto de fin de semana, rayos láser, nubes de humo, incienso, joints, motoristas y una legión de franceses, italianos y catalanes. La arena romana de Frejus, convertida después en plaza de toros, es ahora un supermercado del mundo pop, hay de todo, incluso broncas importantes. Durante más de media hora cayeron piedras como puños y botellas sobre los pacíficos ocupantes de las gradas. Dentro nadie quería pelea; fuera, al parecer, sí. Varios heridos de pedradas y una policía indolente que puso fin, con excesiva tardanza, a la bronca callejera. Después no hubo más problemas hasta el final. Algunos pandilleros esperaban a sus rivales con las botellas preparadas, es decir, rotas. El problema consistía en saber si uno era rival, amigo o un ser despreciable y despreciado, lo que afortunadamente ocurrió.En el escenario, Roger Daltrey lanzaba el micrófono como los boleadores argentinos. Pete Townshend hacia lo que quería con su guitarra, incluso golpearla con la rodilla, las caderas y el suelo. Cuando los Who comenzaron a tocar My generation, con multitud de variaciones, en la arena romano-taurina se movía todo. Es más, el rayo láser siempre llegaba tarde, la gente iba más lejos. Después todo, Baba o'riley, Who are you?, Sister disco, Music must change, Won't get fooled again, con una entrega dificilmente comparable, como si quisieran demostrar y demostramos que siguen siendo de los mejores, que Keith Moon seguía con ellos («salió a dar una vuelta con su moto y todavía no ha vuelto, pero volverá»). En Cannes se proyectan dos películas de ellos, Los chicos están bien, filme documental que recoge algunas de las actuaciones del grupo entre 1965 y 1978 (desde el inmenso Woodstock al reducido cine londinense en el que interpretaron My wife, el año pasado) y, Quadrophenia, película-ópera con el mismo título que el elepé aparecido en 1973. Los tres Bentley traídos expresamente desde Londres para que puedan pasear por la Costa Azul son signos evidentes de que las estrellas del rock han tomado con decisión la antorcha del star-system, quizá por ello Ringo Starr, Keith Moon y Alice Cooper, entre otros, amen tanto a Mae West.
