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Especulaciones sobre una "caída en desgracia" del primer ministro francés

Durante algunas horas circuló ayer en medios bursátiles un rumor sobre la «inminente dimisión» del primer ministro francés, Raymond Barre. Los despidos, el paro, la multiplicación de las huelgas y las eventuales consecuencias de la «cumbre» que celebrarán hoy todas las centrales sindicales y el Gobierno para intentar remediar el creciente descontento social en el país, pudieran estar relacionados con la hipótesis sobre una «caída en desgracia» del primer ministro, que, por ahora, no se ha confirmado.

El «mejor economista de Francia», según calificó a Barre el presidente Valery Giscard d'Estaing, es el responsable supremo francés de la situación económica y social generada por la crisis que padece el mundo occidental desde que, en 1973, el petróleo y las materias primas dispararon sus precios. Desde hace dos años y medio, el plan Barre, destinado a enderezar la economía, basándose en el rigor a toda costa, ha conseguido un consenso bastante general de descontento, que se agudizó durante los últimos meses.Los dos últimos días, la banca francesa se declaró en huelga, convocada por todos los sindicatos. El sector de los seguros, también a escala nacional, hizo otro tanto ayer. Desde hace varias semanas, las manifestaciones y huelgas se repiten de manera violenta, en la mayor parte de las ocasiones, en las regiones de Lorena y paso de Calais, las más afectadas por la grave crisis de la siderurgia. Cien obreros y habitantes de Longwy, uno de los centros amenazados por la «muerte» de la siderurgia, ocupa desde anteayer el centro regional de la TV y, durante varias horas, secuestraron a diecinueve periodistas para poder emitir sus mensajes. En Rouen, en Clermont-Ferrand y en gran número de localidades de toda la geografía francesa, raro es el día sin manifestaciones o huelgas: en todos los casos, el empleo y la subida de sueldos, son reivindicaciones comunes.

Para afrontar esta delicada situación social, todos los sindicatos celebraron, días pasados, una «cumbre» con el ministro de Trabajo. Aquella negociación dio como único resultado otra «cumbre» que hoy confrontará a sindicatos y al ministro de Industria, André Giraud. Las centrales sindicales, los partidos de izquierdas y, en la mayoría gubernamental, el partido gaullista (el más numeroso en la Asamblea Nacional) plantean soluciones que entran en contradicción con el plan rigorista del señor Barre. Si la reunión de hoy desembocara en un fracaso, es decir, sí el representante gubernamental no cediera en nada a las peticiones de los sindicatos, el primer ministro habría asegurado su futuro, a medio plazo al menos. En caso contrario, su estrategia espartana se desmoronaría. De aquí que ayer se especulara sobre la posibilidad de que el rumor sobre su dimisión hubiese sido lanzado por él mismo para restarle posibilidades de éxito a la negociación de hoy entre el señor Giraud y las cinco grandes centrales sindicales.

Por otra parte, el presidente de la República Francesa y el canciller de la República Federal de Alemania dialogaron ayer en París acerca de las principales cuestiones que atañen a los dos países.

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