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Entrevista:

"No puede haber negociación con La Junta Militar argentina"

Oscar Bidegaín, primer secretario de la rama política del Movimiento Peronista Montonero, argentino y ex gobernador del Estado de Buenos Aires, ha pasado por Madrid con el objeto de explicar los nuevos planteamientos del MPM sobre la actual coyuntura argentina -con el Mundial de Fútbol al fondo- y sobre las actuales alternativas políticas de este movimiento, surgido en Roma en abril de 1977 de la fusión de los partidos peronista y montonero. Sobre el cariz del MPM, sus objetivos, la correlación de fuerzas en el seno de la Junta Militar que encabeza Videla, los contactos que se atribuyen al triunviro y almirante Emilio Massera con peronistas de derecha y sobre el futuro del peronismo versa esta entrevista que realizó Rafael Fraguas.

Pregunta. ¿Cuáles son los objetivos estratégicos del Movimiento Peronista Montonero?Respuesta. Se trata de revertir la actual situación argentina inmersa en el despotismo, para reestructurar el país sobre bases democráticas y populares. Aspira el MPM a que Argentina se adecúe armónicamente al sentimiento de su inmensa mayoría peronista, que desde 1946 persevera en la concreción de un país socialmente justo, económicamente libre y políticamente soberano. Las fuerzas contrapuestas a estos objetivos se han identificado claramente con el correr del tiempo. Hay oponentes internos, como la oligarquía nativa terrateniente y agroexportadora, a la que se suman agentes foráneos representativos del neocolonialismo, poderosos, económicamente, pero débiles electoralmente.

En esa pugna entre el pueblo y el antipueblo, desde 1930 hasta ahora han intervenido reiteradamente los militares; en unos casos para evitar y en otros para sacar la definición del terreno democrático.

P. ¿Cuáles son los pasos inmediatos para la concreción de estos objetivos, a corto plazo?

R. El Gobierno actual de Argentina no tiene ningún consenso popular y se mantiene en el poder haciendo uso masivo de métodos represivos que el mundo condena. El pueblo en general -y particularmente los trabajadores- resisten al sistema pro-oligárquico y pro-imperialista que la Junta pretende imponer.

El MPM acciona políticamente dentro de su campo de acción con mucho éxito. Lo evidencia la tentativa descubierta en México, planificada en Argentina, de un sector militar que piensa secuestrar o asesinar en el lugar en que se encuentren, a los miembros del Consejo Superior del Movimiento Peronista Montonero.

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La lucha armada en Argentina nació hace diez años, en momentos que otra dictadura militar como la actual había anulado la Constitución, disuelto a los partidos políticos y cerrado todos los caminos lícitos y democráticos. Montoneros nació entonces, obediente al mandato constitucional que obliga a los argentinos a armarse en su defensa, y en este proceso de defensa de la ley fundamental y de la nacionalidad prodiga sacrificios, sangre y heroísmo.

P. ¿Piensa el MPM abandonar de ahora en adelante la lucha armada?

R. La lucha armada es anterior a la fecha de nacimiento del MPM. Montoneros se constituyó en 1968. Nuestro movimiento se funda en Roma el 20 de abril de 1977. Los medios empleados por el Movimiento son exclusivamente políticos, no planifica ni conduce las acciones militares del ejército montonero, que depende del Partido Montonero.

P. ¿Cuál es el complemento político del MPM a la lucha antirrepresiva? ¿Qué es lo que distingue políticamente al MPM de otras fuerzas políticas?

R. Ha sido en ese aspecto muy claro y preciso el manifiesto de Roma, del 20 de abril de 1977. Con el lema Resistir es vencer, hemos anunciado la necesidad de la reunificación peronista para consolidar la resistencia política y sindical en un grado tal que desaliente a la Junta y, conjuntamente, porque son interdependientes, reclamamos la democratización argentina para lograr la pacificación.

La anulación de las libertades produjo como resultado la violencia reactiva. La reimplantación de dichas libertades traerá la paz interna. Con la vigencia de la Constitución y la democracia, con el acatamiento de la voluntad popular, la violencia no tiene sentido, ha dicho el secretario general del MPM, Mario Firmenich.

Hay una diferencia fundamental que distingue al MPM de otras fuerzas políticas. En primer lugar, es un movimiento y no un partido, y en su accionar amplía su espectro representativo, en un verdadero, proceso de integración Social y político. Dentro de la mecánica electoral, el MPM propicia la formación de un Frente de Liberación Nacional y Social. Además, no concebimos la democracia restringida o condicionada, sino que exigimos la presencia comicial de todos los partidos políticos, sin exclusiones de ninguna clase.

"La Junta sólo aspira a permanecer en el poder"

P. ¿Qué es lo que la Junta Militar hace o pretende hacer a corto plazo para cambiar su imagen dictatorial?

R. Ha contratado los servicios de la empresa Burston-Marsteller, para que con los recursos propagandísticos adecuados, cambie el rostro de la dictadura ante el mundo. En ese sentido piensan utilizar políticamente el Mundial 78, para impresionar a los turistas, periodistas y jugadores de fútbol.

Dentro del país no hay posibilidad de cambio de imagen, salvo que las Fuerzas Armadas se autodepuren, excluyendo de sus cuadros a los elementos comprometidos en secuestros, torturas, asesinatos y pillajes, y su política económica y social.

P. ¿Cuáles son las dificultades internas de la Junta Militar?

R. La incoordinación con que actúa. Miembros de la Junta, jefes militares, gobernadores y altos funcionarios forman un coro disonante. No hay en ejecución un plan de gobierno que sea integral. Las divergencias revelan que sólo aspiran a permanecer en el poder agitando cortinas de humo circunstanciales.

P. ¿Es cierto que la Junta Militar mantiene contactos directos con fuerzas sindicales de derecha (L. Miguel, el doctor Matera, etcétera)?

R. No tengo conocimiento.

P. Si algún día la Junta Militar quisiera dialogar con el MPM, ¿bajo qué condiciones dialogaría el MPM?

R. En tal supuesto habría que conocer el temario a considerar. Supongo que se reuniría el Consejo Superior para resolver. Mi opinión es que con la actual Junta no hay posibilidad de diálogo por nuestra parte.

P. ¿Qué condiciones mínimas pondría el MPM para negociar con la Junta?

R. No puede haber negociación con la actual Junta. La sangre de sus víctimas lo impide.

P. ¿Bajo qué modificaciones políticas el MPM o sus fuerzas integrantes estarían dispuestas a participar políticamente en el Gobierno argentino?

R. Unicamente con la restauración del sistema democrático, la plena vigencia de los partidos políticos, la vuelta al estado de derecho y la libertad sin excepciones de todos los presos políticos. En síntesis, la observancia de los puntos fundamentales de los manifiestos de Roma (20 de abril de 1977 y 23 de noviembre de 1977).

"El peronismo no es un partido"

P. ¿Hay consenso común entre los integrantes del MPM sobre este punto?

R. Sin ninguna duda. Los documentos referidos provienen de la decisión del Consejo Superior en pleno.

P. A un español medio le resulta difícil de comprender cómo una teoría y una praxis política como la peronista permite lecturas y aplicaciones tan distintas como el peronismo de derecha y aun de ultraderecha, el peronismo socialdemócrata y el peronismo de izquierda. ¿Podría aclarar las contradicciones internas dentro del peronismo?

R. La contestación comienza por decirle que el peronismo no es un partido político con la consecuente homogeneización ideológica. El peronismo es un movimiento de masas, antiimperialista y, por tanto, nacionalista, en el que confluyen integrándose diversos sectores sociales que, vistos con la óptica europea, son de difícil comprensión. Nosotros queremos salir del neocolonialismo, situación que no se visualiza claramente en algunos países desarrollados.

En esta etapa de lucha se explica que sean «compañeros» peronistas los padres y sus hijos, los intelectuales y los obreros, los campesinos y los ciudadanos, los porteños y los «cabecitas negras», los doctorados y los «grasitas», como decía Evita, y, ¿por qué no?, los del centro con los de la izquierda. Así es el Movimiento Peronista. Se mantiene y crece porque es lo que el pueblo argentino necesita.

P. ¿Se trata quizá de un movimiento a extinguir?

R. Al contrario. La represión lo unifica más. Muchos de los que nos combatieron en 1955 se incorporaron después a sus filas. El mayor castigo lo sufrieron los gorilas de entonces cuando, horrorizados, vieron que sus propios hijos, hartos de persecuciones y artimañas proscriptivas, formaron los cuadros militantes de la juventud peronista.

P. ¿Qué contribución puede hacer hoy el MPM a las esferas ideológicas, políticas y sindicales del continente americano?

R. El proceso argentino es observado atentamente por los pueblos y partidos políticos suramericanos y por sus fuerzas sindicales. El estado de resistencia. a la dictadura, tan tenaz y sacrificado, se aprecia admirativamente. El MPM estrecha vínculos fraternalmente con ellos. Cuando llegue la hora de los pueblos se aventarán para siempre las querellas y cuestiones internacionales promovidas por el imperialismo o por las oligarquías nativas. América Latina libre y unida es nuestra consigna.

P. ¿Es el MPM una verdadera alternativa política para Argentina?

R. Sin ninguna duda. De su acceso al poder depende el renacimiento argentino. Otras opciones estancarán el país en una humillante situación de dependencia y de injusticia social.

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