Recopilación de los lugares más bellos de España
La fealdad de las ciudades que habitamos, consecuencia de una política desarrollista que confunde la cantidad con la calidad, ha estimulado el desarrollo de los libros de paisajes y viajes que pretenden mostrarnos las últimas maravillas de la Naturaleza.Las maravillas de la Península Ibérica, así se titula este libro, son innumerables como para caber en un libro. El turismo organizado, con vistas a la comercialización y consumo de los valores naturales, ha embotado a las masas, sensibilizándolas solamente hacia lo majestuoso.
Tan sólo una garganta impresionante, una cascada altísima, un picacho inaccesible, logran abrir la boca del viajero urbano a la conquista de sitios donde ha estado, mientras ignora la belleza de una margarita o el encanto de un arroyo.
Maravillas de la Península Ibérica
Selecciones del Readers Digest. Madrid, 1978.
La conservación del entorno debe extenderse a todo aquello que redunde en la calidad de vida y no sólo a aquellos lugares conocidos tradicionalmente por monumentos paisajísticos.
No obstante, las quinientas fotografías a todo color y la descripción de cuarenta enclaves de España y Portugal, auténticamente maravillosos, realizada por especialistas y escritores de la talla de Alvaro Cunqueiro, José María Castroviejo, Néstor Luján, Francisco García-Pacheco, Baltasar Porcel, etcétera, nos permiten huir por unos minutos de la realidad urbana, ecosistema en el que viven los potenciales clientes de este libro, y acercarnos a un mundo con el que ya somos incompatibles.
La gran amenaza de esta Naturaleza aún virgen es precisamente el peligro que corre de ser consumida por un público no educado en el respeto a la misma.
Este libro, fiel reflejo de la belleza natural de nuestro país, deberá servir para que, conociéndola -aunque sólo sea por fotografías-, defendamos la Naturaleza, refugio del hombre para reencontrarse consigo mismo y con lo que fue su medio ambiente, una Naturaleza que -no lo olvidemos- se ha convertido en un patrimonio común y que corre el riesgo de ser irremisiblemente modificada por la acción devastadora del hombre.
