El director del Teatro Experimental Polaco, en España
El pasado viernes, un día antes del estreno de Réplica, y en la embajada polaca, el pintor y director teatral Josef Szajna ofreció una rueda de prensa, en la que trato desde su escuela y su funcionamiento hasta su trayectoria de resistencia y lucha antifascista. «Hoy, 14 de abril -dijo-, hace 33 años que recobré mi libertad tras los campos de exterminio nazis. Mi identidad política la llevo marcada en mi brazo: he sido y será siempre un antifascista.»De su teatro dijo que «trata de evitar las palabras, los idiomas que separan a los hombres. Incluso los problemas, que le saltan a uno sin tener que buscarlos mucho, se han seleccionado evitando las diferencias. En mi teatro apenas hay palabras: hay en cambio objetos, zapatos, cosas que se pueden romper o que ya están rotas, y que en escena, actúan como partenaires de los actores mismos».
Entre la plástica y el teatro, entendido a la manera tradicional, la obra de Szajna ha supuesto una revolución en el tratamiento del espacio escénico; de hecho, una vez realizada su ruptura con el teatro clásico, presentó algunas obras sin historia, sin personajes, incluso sin actores. A caballo entre la plástica y el teatro, sus obras suponían un nuevo lenguaje, de algún modo universal, de categorías nuevas, interesado, según sus propias palabras, «en los problemas humanos». Josef Szajna, que desde 1972 está al frente del teatro Studio, ha convertido el teatro en una investigación del espíritu contemporáneo y abstracto.